Centenares de alumnos de una veintena de colegios de Toledo se sumaron a la tradicional ofrenda floral celebrada ante la puerta de los reyes de la catedral, un evento caracterizado, un año más, por el ambiente festivo y la alegría de los más pequeños. La víspera de la solemnidad de «Dios en la calle que a todos nos emociona», como define el arzobispo Francisco Cerro al Corpus Christi, inundó la plaza del Ayuntamiento y congregó, junto a muchos de los escolares de la ciudad, a una nutrida representación de la Corporación municipal, la presidenta de la Diputación provincial y diferentes miembros de las cofradías y capítulos que procesionan junto a la custodia.
Los estudiantes del colegio Infantes inauguraron el cortejo floral ante la réplica del Santísimo Sacramento. Cada escuela recitó unas palabras o cantó alguna canción ante la representación del cuerpo de Cristo.
«Estamos encantados con la respuesta», aseguró el titular de la archidiócesis. El monumento floral erigido en el acceso principal de la seo metropolitana, otro elemento de carácter efímero, engalana una ciudad que muestra su rostro más hermoso durante la semana grande. «Toledo se convierte en la capital mundial de la eucaristía y la belleza», proclamó Cerro, quien se felicitó por la «aportación» popular a tan singular fiesta que se encuentra «entrañablemente vinculada a nosotros».
El arzobispo de Toledo junto a un grupo de alumnos que participaron de la tradicional víspera del Corpus Christi. - Foto: David PérezSe trata de una de las «experiencias más fuertes y más gozosas», añadió el arzobispo sobre el Corpus toledano, un legado a mantener desde el cultivo de la tradición entre los más pequeños. Cerro Chaves anunció la presencia en la misa y posterior procesión de los arzobispos primados de Budapest y Panamá, el obispo de Córdoba, el obispo auxiliar de la diócesis argentina de Zárate y un prelado libanés que representa a la comunidad cristiana de Tierra Santa.
«Mañana, Toledo brillará más que el sol», resumió Carlos Velázquez. El alcalde se refirió a la «conjunción» de esfuerzos que posibilita la creación de un marco insólito alrededor de la conmemoración de la Eucaristía y agradeció «la participación de la sociedad toledana para que estas fiestas estén siendo un verdadero éxito». El primer edil aludió de forma expresa a «todos los trabajadores que se afanan para que estos días no exista ninguna duda de que Toledo el día del Corpus es la ciudad más bonita del mundo».
Velázquez felicitó la labor que desarrollan los decenas de floristas encargados de la decoración del espacio público. Además, recordó que los tapices de la catedral se ponen «de la misma manera que se hacían hace 500 años», otra de las singularidades más llamativas.
El alcalde asegura que la «experiencia personal» que viven todos los que se acercan a la fiesta es el motivo «que hace que cada Corpus sea especial» y genere «un recuerdo particular»a quienes se suman a la celebración mayor de la ciudad.
Por su parte, la presidenta de la Diputación provincial, Conchi Cedillo, remarcó al Corpus como una fecha «importante para Toledo y su provincia».