La segunda concentración contra la amnistía frente a la sede del PSOE en Toledo congregó a medio centenar de personas. El grupo, además, no se manifestó unido durante la protesta: una treintena se situó frente a la fachada del cuartel general de los socialistas, mientras que la veintena restante permaneció disgregada entre la parte superior de la plaza del Barrio Nuevo y la entrada a la plazoleta donde se habían citado los contrarios a la reelección de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno. Apenas se vieron una docena de banderas españolas.
La convocatoria reunió a la mitad de asistentes del día anterior. Los presentes en Santa María la Blanca lamentaron la falta de apoyo de aquellos «que protestan, pero luego no vienen». Aunque el grupo mayoritario reclamó la presencia frente a la sede socialista de todos los que hasta allí se acercaron, pocos de los regazados decidieron colocarse en el epicentro del evento. Se escuchó con pesar «que somos cuatro gatos» y uno de los que optaba por no significarse ni aparecer ante las cámaras pidió a los más activos un paso atrás «para no dar publicidad de los pocos que somos». Tampoco faltaron quejas contra los dos partidos de la derecha, sin representación más allá de Daniel Arias, vicepresidente de la Diputación provincial por Vox.
«Somos españoles, no fascistas», aseguró a los medios de comunicación uno de los críticos con la medida con que Sánchez pretende revalidar su cargo presidencial. Varios de los presentes protestaron por la presencia de un equipo de televisión y varios fotógrafos.
El grito de «España no se vende, España se defiende» se convirtió en el eslogan más coreado en una concentración que se disolvió en apenas media hora. Los pocos cánticos que se profirieron, casi todos minutos después de las 20.00 horas, aludieron a Emiliano García-Page, líder regional del partido. La reciente baja de su hermano gemelo como militante del partido es, para los asistentes, «el ejemplo» que debe seguir el presidente de Castilla-La Mancha. «Page tiene que dar un paso al frente: que los diputados socialistas castellano-manchegos voten por España».
Agentes de la Policia Nacional, a quienes los participantes brindaron un «viva», y la Policía Local custodiaron la casa de los socialistas en la capital regional.