La Biblia Rica de Toledo rescata ecos perdidos

F. J. R.
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La Facultad de Música de la Universidad Alfonso X el Sabio recupera la melodía de una viola oval del siglo XIII recreándola tras un detallado estudio musicológico gracias a las miniaturas de la Biblia de San Luis de la Catedral de Toledo

Miniatura de la Biblia de San Luis cedida por la Universidad Alfonso X el Sabio.

Acordes perdidos. Notas que trasladan a antaño. Resonancias de las cortes medievales de Europa. La Facultad de Música y Artes Escénicas de la Universidad Alfonso X el Sabio, ubicada en Madrid, ha rescatado para nuestro tiempo la melodía de una viola oval del siglo XIII. Este instrumento singular ha sido recreado mediante un detallado estudio musicológico de la Biblia de San Luis, un valioso manuscrito medieval conservado en la Catedral de Toledo.

La Biblia de San Luis, conocida también como Biblia Rica de Toledo, es mucho más que un manuscrito iluminado. Se trata de una obra que entrelaza arte, teología y educación, reflejando la visión moral y espiritual de su época. Fue elaborada en París entre los años 1226 y 1234 por encargo de Blanca de Castilla, infanta del Reino de Castilla y reina consorte de Francia, para su hijo, el futuro y poderoso Luis IX.

La Biblia Rica de Toledo está dividida en tres volúmenes, y la mayor parte del códice se atesora en el archivo de la Catedral Primada de España, mientras que ocho folios, separados hacia 1400, se encuentran en poder de la Morgan Library & Museum de Nueva York. 

Livia Camprubí hace sonar la viola oval medieval.Livia Camprubí hace sonar la viola oval medieval. - Foto: Juan LazaroEl contenido de la Biblia de San Luis combina extractos bíblicos con comentarios teológicos e ilustraciones que emparejan episodios del Antiguo y Nuevo Testamento. Cada página utiliza miniaturas dobles: una ilustra el pasaje bíblico, y la otra su interpretación teológica. Esta estructura la convierte en un artefacto de lectura visual y simbólica que vincula narrativa y moral. Una tremenda herramienta de divulgación de su época que, por su propio formato, se convierte en un tesoro de conocimiento medieval.

Precisamente, por su valor para poder visualizar la vida medieval, surgió la posibilidad de utilizar la Biblia Rica de Toledo para rescatar instrumentos musicales perdidos desde el medievo.

Ana Ruiz, investigadora principal del proyecto y coordinadora del grado de Musicología de la Universidad Alfonso X el Sabio, llegó a la Biblia de San Luis a través de su tesis sobre los instrumentos musicales en la corte alfonsina.

Livia Camprubí y Ana Ruiz, junto a la viola oval.Livia Camprubí y Ana Ruiz, junto a la viola oval. - Foto: Juan Lazaro«Es todo imagen, como un cómic de la Biblia, y me fijé que había muchos instrumentos que hoy ya no se conservan. Por eso pensé que era buena idea recuperarlos», explica Ruiz sobre el origen del proyecto de  la viola, que fue seleccionada porque «es la que aparece en más formatos de los 300 instrumentos musicales que hay en la Biblia».

«Queríamos recuperar el sonido de la corte francesa del siglo XII y que no se quedara solo en un tema académico, técnico», señala Ana Ruiz, que ha contado con la financiación de la Fundación UAX y el Banco Santander para su investigación (un año de trabajo con una ayuda de unos 5.000 euros) y la colaboración de un gran equipo para vencer todas las dificultades; entre las que destaca las «burocráticas».

Una vez analizada la Biblia de San Luis, y con una idea muy clara de la viola que se quería recuperar, llegó el momento de buscar las mejores manos artesanas para dar vida al objeto.

El luthier Christos Kanellos, encargado de dar forma al instrumento.El luthier Christos Kanellos, encargado de dar forma al instrumento. - Foto: LTAhí entró en juego el luthier y musicólogo de origen griego Christos Kanellos Malama, especializado en la interpretación de códices para recuperar instrumentos, al que Ana Ruiz conoció en un congreso de investigación y que rápidamente aceptó el reto de reconstruir a partir de una imagen tan lejana en el pasado.

«No cuentas con nada real que aporte datos sobre el instrumento. ¿Cómo son sus maderas? ¿Qué tamaño...? Hay que interpretar para llegar al objeto y te encuentras con cosas como la incoherencia del número de clavijas y cuerdas», afirma Christos, que invirtió un mes y medio de horas de trabajo para dar forma a esta viola oval, creada a partir de una pieza de castaño de la zona de Granada con tapa esculpida de pino abeto.

«El proceso metodológico de recuperación comienza con saber en qué época estamos y qué es lo que estamos observando en el documento. Y luego llega la propuesta de adaptar todo eso a la realidad. Una reconstrucción crítica, que llega a través de un análisis crítico», señala, dejando claro que «al final no hay tantas posibilidades, porque los grosores (de la madera) son los que son» y que el sonido resultante no es idéntico al real. «Pensar eso es una falacia, estamos viendo una miniatura pequeña, con poco detalle, y hacer una réplica exacta es imposible».

Con todo, la viola oval de la Biblia Rica de Toledo satisface las expectativas de su creador. «Suena bonito. Es una viola con 'alma' de antes y de ahora», expone el luthier, que explica a los profanos su poética frase aclarando que han puesto alma en la viola. Es decir, la varilla de madera que se coloca de forma perpendicular a las tapas del instrumento, por el interior y por debajo del puente, y que soporta la presión de las cuerdas tensadas.

Otra particularidad del objeto es su tapa, que está esculpida, no es plana; o que se trata de un monóxilo, esculpida en una sola pieza de castaño.

Finalmente, una vez recreada la viola, llegó el turno de arrancar de ella sus notas. Ahí entró en juego la violinista Livia Camprubí, profesora del Departamento de Musicología de la Universidad Complutense. «Es una oportunidad de seguir explorando el instrumento al que me dedico, ya que los violines funcionan desde el siglo XVII y las fídulas (viola de arco) llevan funcionando desde hace mucho más. Simplemente viendo lo que hay en los pórticos de las iglesias se ve que había mucha variedad instrumental», explica Livia, que desvela que la viola oval de San Luis «suena muy bien», pero que se sorprende con la longitud de los arcos en las imágenes medievales. «Son tan largos que parecen impracticables, pero pensamos que podían tener utilidad para los monjes de cara a acompañar al canto gregoriano. Son melodías muy largas, con un ritmo, pensado para la voz, y un arco de esa longitud podría hacer más fácil seguir el canto», explica Livia Camprubí, que pese a todo aclara que «es solo una hipótesis, aún falta mucho para demostrarla», y que aún deben estudiar mucho esta particularidad, «y construir otras violas», para poder demostrarlo.

Con todo, la viola de la Biblia Rica de Toledo es ya una realidad y con ella se abre la puerta a nuevos proyectos. La idea de la investigadora Ana Ruiz es continuar rescatando instrumentos, al menos uno de cada familia (percusión, viento y cuerda), y, por qué no, hacer sonar esta viola en la propia Catedral de Toledo. Cerrando así el círculo perfecto de su creación.