El precio de los carburantes cae hasta un 29% en dos años

Á. de la Paz
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Los dos combustibles más demandados reducen su coste en las estaciones de servicio toledanas: el litro de gasóleo A se pagó a 1,45 euros en agosto, por debajo de los 1,87 del mismo mes de 2022. La gasolina súper 95 disminuye un 15%

El precio de los combustibles en las gasolineras de la provincia ha bajado en los dos últimos años. - Foto: David Pérez

El precio de los combustibles de motor en la provincia se ha reducido hasta un 29% en los dos últimos años, un descenso que alivia el desembolso que afrontan los conductores toledanos. La bajada es más profunda en los vehículos que emplean gasóleo a como fuente de alimentación. En agosto de 2022, el litro de diésel escalaba hasta los 1,87 euros; el mismo mes del año actual, su precio ha menguado hasta los 1,45 euros, un coste que ha sido aún menor durante algunos días del recién finalizado septiembre.

Un recorte similar se ha producido en la gasolina 95, otro de los carburantes más empleados del parque automovilístico. Hace dos veranos, el coste medio del litro se situaba en los 1,81 euros; la última referencia disponible se ha establecido en los 1,57 euros. Se trata de una reducción del 15%, algo menor que la del diésel. 

En ambos casos, la caída ha sido progresiva; es decir, los precios medios correspondientes a 2023 fueron más bajos que los del año anterior, mientras que los actuales también resultan más benévolos que los del ejercicio previo. Cabe reseñar, además, cómo durante una parte de 2022 el importe del litro de gasóleo A superó al de la misma unidad de gasolina. Asimismo, desde el 1 de abril hasta el 31 de diciembre, el Gobierno de España ofreció una bonificación de 20 céntimos por litro de combustible. Ambos hechos se derivaron de la inestabilidad provocada por la agresión rusa sobre Ucrania, un hecho del que se derivó una crisis energética que afectó a buena parte del continente.

Los datos de la Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras (Unespa) relativos a 2022 detallan que la mitad de los coches españoles (50,9%) se mueven con diésel. Otro 44,7% de los automóviles lo hacen con gasolina, mientras que el 4,3% restante incluye híbridos, híbridos enchufables, de gas o de hidrógeno, y coches eléctricos, entre otros. Aunque el segmento verde gana peso -y las cifras actuales se apuntan como superiores a las reseñadas- el peso de los motores de combustión resulta muy mayoritario.

Otra de las razones que confirman la importancia que tiene la evolución de estos precios radica en la longevidad del parque móvil español. Desde la toledana Asociación de Empresarios de Talleres y Concesionarios de Vehículos (Atraat) cifran en un 42% los coches con más de 15 años de vida; todos ellos movidos con los dos surtidores habituales. 

La bajada de precio de ambos combustibles se ha consolidado en los últimos meses. Se trata de una de las principales razones que han empujado hacia valores más moderados el Índice de Precios de Consumo (IPC), la referencia estadística con que se calcula la inflación. La caída en el coste de esta fuente de energía, fundamental para el transporte de personas y mercancías, se ha convertido en otro de los factores que explican el crecimiento económico sostenido de los últimos trimestres.

LA AMENAZA QUE ASOMA. La posibilidad de una guerra extendida en Oriente Próximo se antoja como la principal amenaza para la evolución de un indicador de gran impacto para el bolsillo de los ciudadanos. El conflicto se cierne sobre países como Irán o Irak, dos de los principales suministradores de petróleo (y gas) del mundo. Los altercados más recientes han incrementado el precio del barril de petróleo (el tipo Brent, de referencia en Europa) en varios puntos porcentuales, una circunstancia que augura incrementos venideros en las gasolineras.

Anteriores conflictos bélicos en esta zona, como la guerra del Yom Kipur, de 1973, o la guerra del Golfo, en 1991, dispararon el precio del combustible y provocaron algunos episodios punt