El blog Toledo Olvidado ha rescatado de la memoria las Katangas de Toledo, que, a mediados del siglo XX, con la llegada de los autobuses urbanos a la ciudad, los toledanos comenzaron a referirse a estos vehículos así. Este nombre, surgido en medio de un contexto bélico —la guerra de Katanga en el Congo— se convirtió en un localismo y se convirtió en una palabra más de los toledanos.

Los primeros katangas, que comenzaron a operar en 1960, se caracterizaban por su color azul oscuro y su traqueteo, que evocaba la experiencia de "ir a la guerra" por las empinadas calles de Toledo. Este fenómeno lingüístico se consolidó a lo largo de las décadas, con el término katanga siendo utilizado incluso en documentos oficiales desde 1976.

Sin embargo, hoy en día, el uso del término está en peligro de extinción. A medida que la modernización ha traído consigo nuevos vehículos y colores, el recuerdo de los katangas va desapareciendo. En este sentido, Toledo Olvidado hace un llamado a la conservación de este patrimonio lingüístico. Sería un gran gesto que las autoridades locales adoptaran el término katanga en sus comunicaciones, tal como lo hacen en otras ciudades con sus propios localismos, como las famosas 'guaguas' de Canarias.

Toledo Olvidado recuerda los Katanga de Toledo

Desde sus inicios, pasando por el icónico "supositorio" que se ajustaba a las estrechas puertas del puente de San Martín, hasta los autobuses amarillos que se convirtieron en un símbolo de los años 80, la historia de estos vehículos refleja también la transformación de Toledo.

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Para preservar esta parte de la identidad toledana, es importante que los ciudadanos sigan utilizando el término katanga y que las instituciones lo incorporen en su discurso. Una simple pegatina en los nuevos autobuses con la leyenda "Katangas de Toledo" podría despertar la curiosidad de los turistas y reavivar el orgullo local, insiste Toledo Olvidado, que considera que "suena mucho mejor katanga que autobús".