Ampliar la mirada en el análisis turístico

Patricia Franco
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Artículo de opinión de Patricia Franco, consejera de Economía, Empresas y Empleo

Ampliar la mirada en el análisis turístico - Foto: Frank Alpizar

El fin último de la estadística no es otro que ofrecer herramientas que faciliten el análisis de la realidad. De este modo, ampliar el número de fuentes con las que nos acercamos al estudio de una cuestión determinada, como puede ser la evolución del turismo en nuestra región, no hace sino ofrecer a los profesionales del sector una visión más amplia y enriquecedora del comportamiento de los diferentes flujos turísticos en fechas muy señaladas, permitiendo así adaptar y mejorar la toma de decisiones a partir de un conocimiento más amplio del entorno. Sumar diferentes fuentes al análisis turístico y ampliar así la mirada con las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías no es ni falsear datos, ni mentir, como he leído con asombro sostener desde alguna columna que encuentra su mejor expresión bajo una mirada sectaria de la realidad: se trata, simplemente, de ampliar el foco para conocer mucho mejor el entorno que nos rodea. 

Sería absurdo reducir la realidad turística de la región a un solo indicador, como puede ser la Encuesta de Ocupación Hotelera que, en estos días, correspondiente al mes de marzo, ha publicado el INE. Lo es porque partir de ese razonamiento supone, en primer lugar, ningunear el potencial en materia de turismo rural que atesora nuestra región, que el año pasado fue la comunidad autónoma que más creció en este segmento en todo el país, y cuyos datos correspondientes al mes de marzo aún no se conocen. Y lo es, también, porque reducir el análisis del sector turístico a las cifras del alojamiento reglado significa reducir mucho la realidad a la que debe hacer frente el sector turístico en la región, cuya demanda es mucho más heterogénea que la que representan aquellos que se hospedan en los diferentes segmentos de alojamiento reglado en nuestra región. 

El compromiso adquirido con el sector pasa por ofrecer cada día nuevas herramientas que permitan conocer más a fondo el comportamiento de la demanda turística. En la pasada Semana Santa, incorporamos una experiencia, en colaboración con otros departamentos, a través del 'business intelligence' que nos ofrecía una lectura más para conocer el comportamiento del turismo en Castilla-La Mancha en unas fechas muy señaladas. Esa herramienta nos mostró que, entre el Viernes de Dolores y el Domingo de Resurrección, nuestra región recibió a cerca de 3,5 millones de visitantes, lo que nos permitía también estimar un impacto directo en la región superior a los 180 millones de euros. En ese desglose se incluían, como detallamos, los 1,7 millones de visitantes que pernoctaron en la región tanto en alojamientos reglados como en recursos residenciales, y 1,74 millones de excursionistas que pasaron alguno de los días en uno de los destinos de Castilla-La Mancha esa semana. 

Es ingenuo pensar que las cifras publicadas por el INE esta semana contradicen el análisis aportado por técnicas basadas en las nuevas tecnologías, porque la fotografía que realiza el INE en su Encuesta de Ocupación Hotelera es sólo uno de los perfiles del visitante que nuestra región acogió en esos días, pero no incluye, por supuesto, ni a los excursionistas que vinieron a pasar el día y no pernoctaron, ni a aquellos visitantes que se hospedaron en recursos de turismo rural, en campings o en apartamentos turísticos reglados, o que lo hicieron en otros recursos residenciales que no están recogidos en el alojamiento reglado que mensualmente ofrece, por partes, el Instituto Nacional de Estadística. 

Durante mucho tiempo, la Encuesta de Ocupación Hotelera, junto con la Encuesta de Ocupación de Turismo Rural, han sido los únicos termómetros con los que hemos contado para medir la evolución del turismo en nuestra región. Con esos instrumentos hemos podido sacar lecturas muy positivas de la evolución reciente del turismo en Castilla-La Mancha: cerramos 2023 superando por primera vez los 5,6 millones de pernoctaciones regladas, un récord absoluto en la serie estadística en nuestra región; las pernoctaciones hoteleras en marzo marcaron el segundo mejor registro de la serie para este mes, y la llegada de viajeros marcó un nuevo récord para un mes de marzo en la historia de la región; y tanto la estancia media, como el grado de ocupación por habitación, la tarifa media y los ingresos por habitación disponible fueron los más altos en un mes de marzo de la estadística que recoge el INE para Castilla-La Mancha. 

Las nuevas tecnologías han puesto nuevas herramientas a nuestro alcance, y debemos aprovecharlas. Con ellas podemos conocer, por ejemplo, que además de las más de 327.000 pernoctaciones que se registraron en los hoteles de la región y que recoge el INE, hubo cientos de miles de personas más que esos días optaron por pasar uno o más días en Castilla-La Mancha: visitantes nacionales e internacionales que pernoctaron en alojamientos rurales, residenciales o que optaron por pasar un día en algún punto de la región; y los propios castellanomanchegos que en esos días se desplazaron fuera de sus ciudades y pueblos para conocer otros entornos aprovechando los días festivos, tan turistas para la OMT como los primeros, y clientes de pleno derecho de los establecimientos turísticos y de restauración de la región, como otros. 

Incluso, poner en relación las estadísticas de diferentes fuentes nos permiten llenar los huecos de sombra que, por el momento, carecen de un registro formal. Así, aplicando el gasto medio del Turismo Residente que ofrece el INE, y que recoge en su mayor parte el gasto de aquellos que viven en otros puntos de la región o en otros puntos del país y esos días se desplazan a nuestras ciudades y entornos rurales, y el gasto medio por excursionista, un perfil muy definido, al número de visitantes registrados en nuestra comunidad autónoma, podemos conocer el impacto económico que unas fechas como la Semana Santa deja en un sector estratégico y fundamental para nuestro desarrollo como región como es el sector turístico. 

Sumar diferentes fuentes de análisis hará que nuestra visión sobre la realidad turística sea más certera, y que el análisis sea más enriquecedor para el sector, que puede conocer los diferentes perfiles y la tipología de visitantes que eligen nuestra comunidad autónoma como destino turístico. Detrás de ese trabajo hay profesionales muy cualificados que se dedican al estudio de las diferentes fuentes, garantizando que iluminar la realidad con más focos sea sinónimo de conocerla mucho mejor, y esa mejora en el conocimiento responde a una estrategia definida que no está sino al servicio del sector turístico, con quienes debemos trabajar para que el compromiso con la calidad y el trabajo diario de tantos profesionales siga dando sus frutos, por mucho que siga habiendo quienes prefieran desear que todo vaya a peor.