Hace un hueco a primera hora de la tarde, a pesar de que se la había reservado para dedicarla a su empresa. La agenda como presidente de la Asociación de Empresa Familiar de Castilla-La Mancha obliga a Rafael Ruiz a sacar tiempo cuando puede. La semana pasada, por ejemplo, celebraron una Jornada Intergeneracional y otra con la escuela de negocios IESE. Desde hace casi un año él es la cara visible de una asociación en la que están empresas tan conocidos como Joma, Incarlopsa, Delaviuda o García Baquero. Lo hace sin desatender su negocio familiar, la empresa de alimentación y bebidas Teógenes, de Tarancón. Sobre sus espaldas recae el futuro de una empresa que se creó en el siglo XIX. En Castilla-La Mancha el 94% de las empresas son familiares ¿Cuál es la clave? «La diferencia viene por una cuestión de valores», apunta, «no solo es cuestión de querer vender, sino de ponerle cariño a ese producto y a esa marca».
Llevamos ya mucho tiempo con sobresaltos por subidas de precios, tipos de interés, cortes de materias primas, conflictos bélicos. Los empresarios estáis al pie de la economía ¿qué expectativas tenéis para este año'
En los últimos estudios –en el Banco de España, CaixaBank– ha habido una revisión al alza de crecimiento hacia el 2%, pero también es cierto que la previsión para 2025 o 2026 es menor. Tenemos una Alemania en una situación delicada porque no está creciendo lo que debería. España desde la pandemia no ha crecido al mismo ritmo que el resto de Europa. En esta situación en la que ellos están desacelerando, nosotros nos estamos acercando un poquito más. Se comenta que a partir de junio–julio los tipos va a haber un pequeño ajuste a la baja de los tipos de interés. Pero estamos en un contexto internacional en el que hay dos grandes operadores, que son China y Estados Unidos, con una guerra comercial tremenda. Hay un excedente de producción por parte de China que quiere colocar en los mercados maduros, como es Europa. Eso afectará a determinada industria y el empresario español ¿qué es lo que hará? Pues lo que ha hecho siempre: adaptarse. Si aquí no vende, tendrá que ir a otro mercado, salir fuera.
En esta situación se debería producir la deflación por parte de las tablas a nivel de renta para los ciudadanos. La Administración está recaudando más. Si, en cambio, hubiera más dinero en el mercado, habría mayor consumo y dinamizaría la economía.
Las perspectivas son de incertidumbre, pero yo soy positivo. Las empresas siempre son capaces, sobre todo las familiares, porque intentamos ser prudentes, de tener ese colchón, esa capacidad financiera para sortear dificultades.
Las diferencias en el sistema de impuestos entre comunidades. ¿Son una rémora para las empresas?
Ese coste hay que compararlo fundamentalmente con la parte internacional. Ahí tienes una desventaja competitiva. Intento trasladar que hay que buscar situaciones que generen ventajas competitivas, ya sea en costes, por reducción de consumibles, de impuestos, de aquellos que no afecten a los bienes y servicios que lógicamente la Administración tiene que soportar. También soy de la opinión de que si somos capaces de poder vender más, implícitamente va a venir una mayor tributación.
Hay impuestos como puede ser Patrimonio o Sucesiones y Donaciones que están tributando sobre algo que ya ha tributado. Es como si alguien te obligara a hacer por segunda vez la Declaración de la Renta. Ya lo has ahorrado y existe esa capacidad de inversión. Si no lo has ahorrado y te lo gastas, no estás sujeto a la misma. ¿Por qué tenemos que hacer una doble imposición sobre algo que ya ha tributado? Hay países en Europa que no lo tienen. Hay que dar facilidad a esa transmisión entre las familias, sea empresa o particular.
En su plan estratégico para la Asociación de Empresa Familiar se ha marcado misiones como la de visibilizar el papel de la empresa familiar en Castilla-La Mancha...
No es solo la visibilización de lo que representan, sino también de lo que pueden hacer a nivel social. El 94 por ciento de las empresas de la región son empresas familiares. Son quienes estructuran y son capaces de poder retener población. Es importante que esa labor se vea: lo que hacen en su entorno, cómo soportan ese valor económico, cómo lo estructuran socialmente para que crezca tanto a nivel comarcal, como regional. Tenemos en la cabeza grandes empresas que están implantadas en poblaciones que no serían lo mismo si esa empresa no hubiese decidido mantenerse. El arraigo es una de nuestras identidades: echar raíces y desarrollar tu actividad en la población donde naciste.
¿Sois un poco como un contrapeso a una globalización descontrolada?
Yo creo que es otra manera de hacerlo. Ahora mismo las infraestructuras y las comunicaciones que hay para poder trasladar la mercancía o servicio no son un obstáculo para mantener la actividad en tu sitio. Otra cosa son las situaciones estratégicas de tener que poner una planta en determinado país o determinado continente por situaciones operativas. Aunque sea así, la sede se mantiene en la población inicial.
Compensa y mucho salir a vender al extranjero. ¿Qué falta por hacer para conquistar más territorios?
Una de las cuestiones importantes que tenemos en nuestro plan estratégico es que nuestras empresas familiares crezcan. Ese tamaño es el que permite poder abordar nuevos mercados. La cuestión es que estamos en un mercado muy maduro. Lo que nos queda para poder seguir creciendo es intentar salir y vender en el extranjero. La internacionalización es un camino natural que debemos seguir todas las empresas en cuanto vayamos cogiendo tamaño, es lo que nos va a permitir coger esa escala. Aunque haya multinacionales que tengan mayor tamaño, somos capaces de competir con ellas en cuanto a las capacidades o innovación.
Para ganar tamaño ¿qué hay que hacer? ¿por dónde hay que empezar?
Para crecer primero hay que tener esa iniciativa de crecer y trabajar. Hay que ser capaces de desarrollar el producto y el servicio que tú haces y que sea singular, que tenga innovación, que de alguna manera le impregnes de una marca con la que generas diferenciación. Un ejemplo clarísimo lo hemos tenido en el último premiado de la Jornada Intergeneracional, Cerámicas La Paloma. En el 2007y 2008, con la crisis de su mercado, que era nacional, no le quedó mas remedio que salir al extranjero. Ahora mismo, su mayor volumen está fuera del territorio nacional.
De puertas para adentro hay que hacer también un trabajo en innovación y en talento. ¿Cómo ve el panorama de la investigación y la educación que se hace en Castilla-La Mancha? ¿Nos lo tomamos en serio?
Yo creo que sí. De hecho el acercamiento que hemos tenido con la Universidad, con el acuerdo Raíces que hemos firmado con ellos, lo que ha implicado fundamentalmente es dar a conocer más la Universidad a la empresa y la empresa la Universidad. Hay muchísimos profesores en proyectos de investigación y hemos trasladado a las empresas los ejemplos de esa colaboración en proyectos de investigación. La Formación Profesional también está creciendo muchísimo, sobre todo una serie de módulos que cubren una serie de necesidades que no hay que denostar. Son grandes profesionales que salen de la Formación Profesional.
Lo que tenemos que hacer las empresas es seleccionar ese talento y no solo seleccionarlo, sino retenerlo y cuidarlo, que ese talento que estudia en Castilla-La Mancha se quede en la región. Debemos ser atractivos.
¿Qué réditos espera de ese convenio con la UCLM?
Hemos cambiado el acuerdo que había hace muchísimos años con el fin de que fuera transversal y finalista, para que los estudiantes sean los grandes benefactores, con el fin de alcanzar acuerdos de prácticas y también de investigación.
Al final hay que buscar que haya patentes, que haya innovación. Se trata de poner a todo el mundo a trabajar. Va a aportar muchos recursos a la Universidad. A la empresa le va a aportar una experiencia y una investigación que en un momento dado a lo mejor no se decidía a hacer por falta de ese talento que no podía tener en nómina, pero que sí puede estar en la Universidad y haber esa colaboración.
¿Le preocupa cuando salen estos informes PISA en los que no solemos salir muy bien parados en comparación con otros países?
Como hay que hacer con todo: si los datos no son buenos, debemos cambiar. Solo hay que ver cuántas leyes hemos tenido de reforma de educación y cuánto recorrido han tenido la mismas. Al final ha habido muchos cambios con los diferentes gobiernos nacionales. Eso ha afectado negativamente.
Cuando estamos haciendo las jornadas de colaboración con la Consejería de Educación y vamos los empresarios a los institutos de Secundaria a explicarles qué es una empresa familiar, que nos visiten, una de las cosas en las que más empeño tenemos es que las matemáticas, la parte técnica, la lengua, la dominen perfectamente. Al final es una base de mínimos que va a ser fundamental decidan lo que decidan estudiar. Si parten de una buena educación en esas materias, lo van a tener más fácil. Si luego lo acompañamos con un inglés, con una educación en nuevas tecnologías, prácticamente están cubriendo gran parte de las tareas que van a realizar cuando se incorporen al mercado laboral.
También en vuestra Asociación hacéis formación con la Escuela de Sucesores o el Foro de Jóvenes. Son cosas distintas, pero ¿cómo están funcionando?
Son distintas, pero están muy unidas. Primero nació el Foro y luego a raíz del acuerdo con el Instituto de Empresa Familiar tomamos la iniciativa de hacer la Escuela de Sucesores. Es fundamental que las nuevas generaciones de la propiedad tengan la formación y preparación para emprender cuál es la responsabilidad que vayan a tener en el futuro. No necesariamente puede ser una función directiva, también puede ser de administradores o de propietarios. Creo que deben recibir la mejor formación. Hemos llegado a acuerdos con despachos de primer nivel como Cuatrecasas o Alantra y el miércoles hicimos una jornada con una escuela de negocios como el IESE. Queremos aportar por ese conocimiento, esas mejores prácticas para que el día de mañana, cuando se vayan enfrentar a algún problema, estén lo mejor preparados posible.
Hemos tenido tradicionalmente un concepto, no sé si muy estereotipado, de que los españoles queremos ser funcionarios. ¿Notan si se está revirtiendo y hay más interés por emprender o por la empresa?
Creo que de momento no nos lo hemos quitado. Conseguir una plaza de funcionario todavía está muy presente en los jóvenes. Lo que se está viendo es que ahora mismo hay una gran necesidad de captación de personal por parte de las empresas. Quizá la dificultad que tenemos es que se ajusten a los perfiles que se necesitan. Una de las cuestiones importantes donde está el cambio es la FP, en la nueva FPdual, que a partir del año que viene va a ser toda dual. Va a permitir que los jóvenes entiendan que tener una carrera profesional, desarrollarse en un ámbito de empresa le trae muchas sastifacciones y un crecimiento personal.
Es un trabajo que tenemos que hacer todos. Yo siempre nos echo la culpa a nosotros mismos. Nosotros tenemos que ser más atractivos, mejores, pare que el mejor talento se tenga que venir a nosotros. Siempre la culpa es nuestra. Lo que tenemos que hacer es cambiar y ser atractivos, como pueden ser IBM, Microsof, Google o Inditex, para que la gente quiera venir a trabajar con nosotros.
¿Qué le pide al Gobierno, tanto al regional como al nacional?
Lo que pedimos fundamentalmente es estabilidad y tener un ordenamiento jurídico que no nos cambie ni nos sature. Afortunadamente en Castilla-La Mancha lleva existiendo muchos años y se ha mantenido. Así se lo he manifestado tanto al presidente como a la consejera, que somos muy afortunados por la estabilidad que tenemos. Sabemos dónde estamos y qué es lo que nos afecta y nos va a afectar. De ahí el crecimiento de inversión que está viniendo.
Cosa muy diferente es la situación nacional, cuando hay iniciativas legislativas que mayoritariamente suponen una carga y coste adicional a la empresa. Luego no hay un ajuste en las reglas fiscales que ha vuelto a poner la Unión Europea. Esa exigencia que tienen con las empresas no la cumplen a nivel nacional. Ese exceso de déficit no se va a regular y la AIReF ya lo ha publicado. Pedimos tener un orden jurídico que nos permita saber las reglas de juego, que nos genere estabilidad para proyectos de inversión, que nos lo paralice y no nos genere dudas.