Alejandro Ruiz

EL REPLICANTE

Alejandro Ruiz


El algoritmo chino

10/04/2025

Entré a verlo en una ocasión y ahora me bombardean constantemente. El caso es que tengo mi algoritmo de Instagram repleto de curiosos 'reels' donde normalmente aparece una simpática muchacha china hablando en perfecto español y exaltando las supuestas virtudes y logros de la economía, la cultura y la vida cotidiana de los chinos. Según esos videos, China es un paraíso, el paraíso comunista, obviamente, que, según su contenido, viene a acreditarse principalmente por el desarrollo logrado en pocos años en su economía y en su poder militar. 
El blanqueo de la atroz dictadura es efectivo. Lo preocupante es la eficacia de la propaganda que va calando en Occidente, a la vista de los comentarios del ingente número de bobos, ingenuos e incautos seguidores que responden encantados, maravillados y convencidos del mensaje, sin entrar a plantearse la más mínima valoración crítica que vaya más allá del éxito económico del Estado chino, sin pensar en la distribución de la renta, en las libertades individuales o en la violación de los derechos humanos, lo que me lleva al convencimiento de que China, finalmente, dominará y liderará el mundo en solitario sin necesidad de pegar un tiro. 
Lo cierto es que todos los imperios y todas las naciones, cuando se han encontrado en su mejor momento, en su estado de gracia y esplendor dominando o pretendiendo dominar la economía y el poder militar mundial, siempre han dedicado gran empeño propagandístico en imponer ese dominio trasladando al mundo su cultura y sus valores. 
A estos efectos panfletistas, si hacemos una comparativa entre los Estados Unidos de América y China, la diferencia es abismal. En cuanto al fondo, el primero traslada los valores de libertad, democracia y libre mercado, que compartimos. El otro difunde una dictadura comunista que no respeta los derechos humanos más elementales, según los informes de Amnistía Internacional y Human Rights Whatch. 
En cuanto a la forma, no hay color. Estados Unidos, hasta que ha irrumpido el hortera de Trump, siempre se ha vendido con clase y con arte, de ahí las americanadas hollywoodenses, el Western, las películas de guerra, de espías, o películas maravillosas como 'Ciudadano Kane', 'El Padrino', 'Casablanca', 'El Mago de Oz', 'Pulp Fiction', '2001: Una Odisea en el Espacio', 'Salvar al soldado Ryan', 'Apocalypse Now', 'Hasta el último hombre', 'El niño con el pijama de rayas', 'Malditos bastardos', 'La chaqueta metálica', '1917', 'La gran evasión', 'Leyendas de pasión' o 'Senderos de gloria', entre muchísimas más, con gran impacto en la historia del cine y su correlativa influencia en la cultura popular de Occidente. 
Por su parte, China, con gran efectividad, además de pagar telediarios, se centra, a ritmo de algoritmo, en colocar miles de videos en cuentas creadas por inteligencia artificial en redes sociales infectas de masas crédulas y anhelosas del paraíso, en las que se enaltecen sistemáticamente los dudosos logros de la dictadura.