El ministro de Defensa de Serbia, Milos Vucevic, ha confirmado este sábado el despliegue del Ejército del país en la línea de separación entre Serbia y Kosovo dada la "muy difícil situación" que está ocurriendo en el norte kosovar de mayoría serbia, escenario el viernes de fuertes protestas contra los alcaldes albanokosovares que intentaban asumir su mandato.
"La situación en Kosovo y Metohija es muy difícil", ha declarado este sábado el ministro, empleando la denominación de provincia histórica serbia que emplea para Kosovo el Gobierno de Belgrado, "y el despliegue de las Fuerzas Armadas de Serbia a lo largo de la línea administrativa ya está en marcha".
"Espero que el despliegue acabará completado en las próximas horas", ha añadido el ministro de Defensa y flamante máximo responsable del partido del Gobierno, el Partido Progresista Serbio, cuyo liderazgo ha asumido este sábado en lo que se entiende como una concesión de su predecesor y presidente del país, Aleksandar Vucic.
El ministro de Defensa ha asegurado que su país "no tiene intención de jugar a la guerra", pero ha avisado de que "las líneas rojas de Serbia eran bien conocidas" por las autoridades kosovares, en referencia a la decisión de Pristina de llevar a cabo en abril unas elecciones locales en el norte de Kosovo a sabiendas del boicot total de la población serbia.
Las elecciones, destinadas a llenar el vacío dejado por alcaldes serbokosovares que decidieron renunciar a sus cargos en protesta contra el Gobierno de Pristina, acabaron con el triunfo de alcaldes albanokosovares que Belgrado ni los partidos serbokosovares reconocen como autoridades legítimas, de ahí las protestas de este viernes.
Vucevic ha indicado que, una vez desplegadas en la frontera, las fuerzas serbias permanecerán en esas posiciones "el tiempo que sea necesario hasta nuevo aviso", según declaraciones recogidas por la cadena serbia B92.