La Junta de Gobierno Local ha puesto fin al PAU (Programa de Actuación Urbanizadora) de la Vega Baja y da carpetazo a los 1.300 pisos que preveía levantar, aunque el Ayuntamiento deja el campo abierto a otras propuestas de desarrollo del sector que podrían incluir algunas viviendas fuera del BIC (pero no necesariamente).
En realidad lo que se hizo ayer es formalizar algo que llevaba mucho tiempo pendiente, como es retirar a la empresa ‘Toletum Visigodo’ (de mutuo acuerdo, no hay que olvidar que el Ayuntamiento es copropietario) el carácter de agente urbanizador que se le otorgó hace 16 años pero que desde que en 2006 se declaró el terreno bien de interés cultural (BIC) ya quedó claro que esa función no iba a prosperar. El expediente tiene que salir a información pública y se dará audiencia a los interesados.
En este momento a Toletum Visigodo solo le queda el papel de propietario del terreno del frustrado proyecto del Corte Inglés y el de depositaria del dinero que esta firma comercial adelantó (100 millones de pesetas) por la compra del suelo. El concejal de Urbanismo y vicealcalde, José Pablo Sabrido, confirma que el horizonte de esta empresa es su liquidación cuando todos esos flecos se solventen ya que se ha quedado oficialmente vacía de contenido.
Vega Baja expectante. Dicho eso, y mirando el futuro de la Vega Baja, Sabrido indica que se va sacar «en semanas» la redacción del plan especial de Vega Baja dejando abierto al adjudicatario que haga propuestas en toda su extensión.
Es más, lo primero es que se delimite el ámbito ya que el propio Joan Busquets dice que hay tres puntos de vista: unos lo ciñen estrictamente al BIC (Vega Baja, Circo Romano, Cristo de la Vega y Fábrica de Armas), otros amplían a Santa Teresa por un lado y el cruce del Tajo hasta la Peraleda por otro; algunos más lo aumentan hasta el pie del Casco Histórico.
Sabrido añade que Busquets dice que Vega Baja ha pasado de ser una zona expansiva de la ciudad a un lugar «expectante» a la espera de ver cómo se dibuja su futuro.
¿Construir?. En ese contexto reflexiona: «¿se va a construir dentro de la Vega Baja? Si el plan es de las actuaciones que prevé, sí. Si es de las actuaciones que no prevé será más complicado».
La idea, según Sabrido, es dejar margen para no condicionar al redactor (Busquets, quizá) ya que Vega Baja, más allá de los BIC para los que existen restricciones legales muy claras, está sin definir.
Una vez que se establezca todo eso se dirá «qué protecciones hay que ejercer y qué actuaciones son posibles», de hecho ve factible que se den diversos usos en distintas zonas, en función de esos límites que se decidan para englobar la zona.