«Estaba demasiado cansado», asumía en la zona mixta Kylian Mbappé, cambiado al descanso de la prórroga de los cuartos de final contra Portugal, aún lejos de sí mismo y su pegada, todavía con la reacción aún pendiente en la Eurocopa 2024, entre «altibajos», con 20 remates y tan solo un gol de penalti, mientras enfoca a España para dar toda su medida, porque «depende» de él mismo estar a la altura de las circunstancias.
El galo aún no es ese jugador diferencial en Alemania 2024. Ni se parece. En su recorrido con la selección francesa desde su estreno el 25 de marzo de 2017 ante Luxemburgo hasta justo antes del inicio de la fase final continental, hasta el último amistoso, promedió un gol cada 126 minutos o aportaba un tanto o una asistencia cada 79 (47 dianas y 28 pases en 5.908 minutos); nada que ver con su presente en el campeonato.
Dentro del torneo, a lo largo de sus cuatro encuentros, en un total de 374 minutos, solo ha marcado un gol, de penalti, ante Polonia. Nada más y nada menos. Tampoco ha dado ninguna asistencia. Sí provocó la diana del triunfo ante los de Ralf Rangnick, con una acción desbordante por la banda derecha que no habría sido nada sin el fatal despeje.
Es un promedio de un gol en 374 minutos, tres veces por debajo de su media habitual. Y con la evidencia que supone su cantidad de remates, 20, más que ningún otro de sus compañeros y el segundo dentro del torneo, únicamente superado por los 23 de Cristiano Ronaldo.
Su selección ha disparado 89 veces. Él representa el 22 por ciento, aunque es mucho más. Porque su dimensión siempre fue mucho más allá, porque Francia es consciente de que lo necesita a un nivel mucho más alto.
«No es fácil jugar con una máscara. Es difícil para la visión periférica. Pero Kylian sigue siendo Kylian. No voy a contarles todos los goles que ha marcado, pero desde la Eurocopa 2021 creo que casi ha marcado un gol por partido con nosotros. Sigue siendo un jugador top. Hay momentos que son menos buenos. Le pasa a todo el mundo», comentó el pasado miércoles Guy Stephan, ayudante de Deschamps en la selección.
Ese mal tramo es el que deberá dejar de lado el de Bondy si 'Les Bleus' quieren tener más opciones de luchar por el título.