La Policía Nacional y los Mossos d'Esquadra han detenido a 16 personas -13 hombres y 3 mujeres, de entre 30 y 45 años-, en la operación desarrollada contra una organización neonazi. Once de los implicados han sido detenidos en Cataluña y el resto en Madrid, Lugo, Málaga y en el municipio toledano de Las Ventas de San Julián.
Según han informado los Mossos, 'Combat 18', está considerada como el «brazo armado» de la organización ultraderechista Blood and Honour, con presencia en varios países y que apuesta por la lucha armada clandestina para lograr sus finalidades políticas.
La investigación la abrió el juzgado de instrucción número 3 de Manresa (Barcelona) en abril pasado, en una causa que se ha mantenido secreta hasta hoy, por los delitos de constitución, pertenencia y dirección de organización criminal, contra el ejercicio de los derechos fundamentales y las libertades públicas, tenencia ilícita de armas y explosivos y contra la salud pública, según ha detallado el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC).
En la operación policial han sido detenidas 16 personas.En la operación de hoy, en la que han participado agentes de información, antidisturbios, grupos especiales de intervención y la unidad canina, se han registrado en total 14 domicilios -diez de ellos en Cataluña y cuatro en el resto de España-, con un balance de 13 hombres y 3 mujeres detenidos, todos ellos entre 30 y 45 años.
Los arrestados pasarán a disposición judicial durante los próximos días, mientras que los Mossos d'Esquadra y la Policía Nacional mantienen la investigación abierta y no descartan más detenciones.
Un proyecto neonazi para España frustrado por el golpe policial
El grupo neonazi Combat 18, que toma la cifra 18 de la primera y la octava letra del alfabeto -A de Adolf y H de Hitler-, se originó en Reino Unido en 1992 aunque posteriormente se extendió por varios países, entre ellos Alemania, donde fue prohibido en 2020.
Desde su fundación, esta organización se ha significado por sus llamamientos a ejercer la violencia contra inmigrantes, minorías étnicas y personas de izquierdas o vinculadas al movimiento LGTBI.
Su logo es una calavera que deriva de la usada por la tercera división Panzer de las Waffen-SS.
Según han detallado los Mossos, Combat 18 está considerada en Canadá una organización terrorista, y ahora pretendía desplegarse por toda España con su proyecto neonazi.
Los objetivos de esta organización son vulnerar los derechos fundamentales y libertades públicas, fomentando, promoviendo e incitando el odio por motivos racistas, antisemitas e ideológicos a través de la comisión de delitos contra las personas para subvertir el orden constitucional, según los investigadores.
En concreto, pretenden establecer un régimen nacionalsocialista, desestabilizar el funcionamiento normal de las instituciones políticas, sociales o económicas y alterar gravemente la paz pública para preservar la supremacía de la raza blanca.
En el marco de la investigación, los Mossos y la Policía han podido determinar el grado de participación y militancia en la organización de los detenidos, así como sus relaciones internacionales con miembros de Combat 18 en otros países de Europa y América el Sur.
Captación de militantes y preparativos para acciones violentas
Hasta que ha sido desarticulada, la red en España se había centrado en celebrar numerosas reuniones organizativas, captación continuada de militantes, ventas de productos para financiar al grupo, intentar abastecerse de armas de fuego y planificar futuras acciones violentas contra personas y bienes.
También habían llevado a cabo una actuación continuada de proselitismo ultraderechista en forma de discursos de odio por motivos racistas, antisemitas, LGTBI-fóbicos, xenófobos e ideológicos, que materializaban en Internet, en grupos de mensajería instantánea y también en el plano físico.
Atentados en todo el mundo para defender la raza blanca
Según los investigadores, Combat 18 se engloba en el extremismo violento de matriz étnica o racial, de alcance transnacional -conocido por sus siglas en inglés REMVE-, e históricamente ha protagonizado acciones terroristas, algunas con una cifra elevada de víctimas mortales.
Entre los atentados atribuidos a REMVE figuran el ataque con un camión bomba a la sede del FBI en Oklahoma (Estados Unidos) en 1995, con 168 víctimas mortales, los ataques de Anders Breivik en Oslo y la isla de Utoya (Noruega), en 2011, con 77 muertos, o el ataque racista a una iglesia de Charleston (Estados Unidos) en 2015, con 9 muertos.
Otros de los ataques que se atribuyen a esta red son los de 2019 en Christchurc (Nueva Zelanda), Poway y El Paso (Estados Unidos) y Halle (Alemania), el asesinato de dos personas en un local LGTBI en 2022 en Bratislava (Eslovaquia) y el de 3 personas en agosto pasado en Jacksonville (Estados Unidos).