Los exatletas internacionales Roberto Parra y Ana Lozano fueron padrinos de la X Carrera Solidaria que se celebró en el Colegio Público Cardenal Tavera de Cobisa el pasado viernes. El campeón de Europa de 800 metros y olímpico en Atlanta 96 y Sídney 2000 estuvo presente en la rueda de prensa inicial con alumnos de 5º y 6º de Primaria, mientras que la alcarreña, internacional en 5.000 y 10.000 metros, lo hizo a través de Internet desde Guadalajara.
El equipo directivo y todo el profesorado del colegio pusieron de nuevo todo su esfuerzo para que esta actividad educativa y solidaria que tanta ilusión genera entre el alumnado y toda la comunidad educativa de Cobisa alcance ya la décima edición.
La primera parte comenzó a las 10 de la mañana, para asistir ,en la Sala de Usos Múltiples, a una rueda de prensa improvisada de los padrinos, con los alumnos de 5º y 6º, quienes ya previamente conocían las cualidades deportivas y los logros de los invitados.
Ricardo Parra y Ana Lozano, padrinos en CobisaTras ver un montaje fotográfico-musical preparado por el profesorado del colegio, Ana Lozano y Roberto Parra, tomaron la palabra para contestar ordenadamente a las preguntas de los alumnos que por espacio de 45 minutos no pararon de formular. Se dio la circunstancia curiosa de que entre los alumnos había una recientemente proclamada campeona de Europa Alevín de gimnasia rítmica, que, naturalmente, recibió el aplauso de todos.
Y, para finalizar, a las 11:30 horas en punto comenzaron las carreras, a las que se sumaron los alumnos del Colegio Gloria Fuertes de la localidad. Cada uno de los alumnos de ambos colegios compraron previamente su dorsal por un precio mínimo de 1 euro. Todo el dinero se entregará este año a la asociación Futucam, que trabaja en defensa de los derechos de las personas con discapacidad intelectual.
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Empezando por los más pequeños y terminando por los mayores, las carreras se sucedieron una tras otra. En todas ellas pudieron verse caras de enorme satisfacción y de alegría puesto que no importaba en absoluto la clasificación (eran carreras no competitivas) sino la solidaridad y la mera práctica deportiva. Como colofón, padres, madres, maestros y maestras pusieron la guinda al pastel con una última prueba en la que todos juntos completaron el recorrido entre los aplausos de los alumnos que en esta ocasión hicieron de espectadores.