La candidatura de Toledo para la capitalidad europea de la cultura de 2031 se adentra en su segunda fase, la de diseño estratégico. La nueva etapa dispondrá de once mesas temáticas cuyo trabajo comenzará en las próximas semanas. Los nuevos foros debatirán propuestas relacionadas con programación cultural, infraestructuras, patrimonio cultural, patrimonio natural, industrias culturales y creativas y sus profesionales, actividad turística, economía social, empresa y emprendimiento, población y ciudadanía, comunidad educativa, tercer sector y entidades sociales, y salud, bienestar y actividad física.

Carlos Velázquez redunda en la importancia de un plan de hondo calado, «de medio y largo plazo», que trata de aportar una «huella positiva en la ciudad». El alcalde de Toledo apunta a «los objetivos más altos» a través de la concepción de la cultura como «eje vertebrador». La primera fase de la candidatura, la de activación, elaboró la narrativa de una campaña que apostó por el lema de 'Toledo. Luz de Europa' y que ha establecido las fortalezas y los retos que se habrán de afrontar en los próximos meses.

La candidatura toledana compite con las de Burgos, Cáceres, Granada, Jerez de la Frontera, Las Palmas y Oviedo. Velázquez asegura que la propuesta local se encuentra «a la cabeza» y confirma que el proyecto que la sostiene se puede «comparar con cualquiera de las otras ciudades». Aunque la capital de Castilla-La Mancha ha sido «una de las últimas» en sumarse a este carrera, el regidor ensalza la fortaleza del programa con que participará Toledo.

La participación de los agentes culturales se adivina como una de las principales novedades de la segunda fase. La presencia de las instituciones, asociaciones y particulares relacionadas con el tejido cultural de Toledo permitrián «crear un hilo argumental» sobre la candidatura.

PÁGINA WEB. La candidatura ya cuenta con un portal online (disponible en toledoluzdeeuropa.com) que incluye toda la programación cultural de la ciudad.

Además, la página habilita dos encuestas, una destinada a cualquier ciudadano que desee realizar sus aportaciones al proyecto y otra ideada para las entidades que se dedican a las diferentes artes.

Las líneas maestras de la programación permanecen ocultas, una medida que trata de evitar filtraciones que puedan beneficiar a las otras ciudades competidoras.