El Ayuntamiento adjudicó, el pasado mes de diciembre, a la empresa Ezquiaga Arquitectura, Sociedad y Territorio, S.L. el diagnóstico urbano de Toledo por 17.545 euros. Lo hizo mediante un contrato menor destinado a la realización de «un análisis detallado y desagregado de los problemas y oportunidades de la ciudad» para «evaluar las afecciones y tener estrategias para el POM». Este contrato ofrece la posibilidad de conocer el estado de los documentos que se deberían haber ido renovando -tal y como se iba anunciando en el último tramo de la legislatura- de cara a la ya irremediable elaboración del nuevo planeamiento de la ciudad.
Sobre esta cuestión, y puesto que el documento técnico a elaborar por el arquitecto y urbanista José María Ezquiaga deberá «analizar en primer lugar la documentación existente en la actualidad», el arquitecto municipal propone en el citado pliego la elaboración «de un documento de análisis de cada uno de los documentos». Trabajo que se presenta arduo y extenso a juzgar por las fechas de redacción de algunos de los informes necesarios para sustentar un Plan de Ordenación Municipal.
En la enumeración de la «documentación existente», y una vez se da cuenta de que la memoria informativa contiene el documento completo de información urbanística -redactado en 2017 y actualizado en 2018-, sólo dos documentos se han realizado en los dos últimos años. Son los relativos al ‘Documento previo ambiental al Avance del POM’, redactado en 2017 por AEMA Hispanica S.L. (Energy &Enviroment) al que tan sólo acompaña un Inventario ambiental elaborado en 199 por el geólogo Jaime Plaza, y a la Carta Arqueológica que «está pendiente de aprobación por parte de la consejería de Cultura». Trabajo, según consta, que ha sido elaborado por Área Arqueología bajo la dirección de Rosa María Domínguez Alonso.
En este mismo área de documentación patrimonial, se encuentran redactados el Inventario de los inmuebles declarados Bien de Interés Cultural, y los Catálogos de inmuebles protegidos en el Casco y en el resto de la ciudad.
Sobre el tan el reclamado Plan de Movilidad Urbana Sostenible, el pliego confirma que el mismo «está pendiente de licitación y posterior adjudicación», trámite que tal y como reivindican los grupos políticos con representación en el Ayuntamiento y los agentes sociales y vecinales, debería estar ya sobre la mesa. Y debería estarlo no sólo para el correcto inicio de la redacción del nuevo POM, sino por la cercana inauguración del nuevo Hospital de la ciudad.
Y puesto que la base cartográfica de referencia del Plan de Ordenación Municipal es esencial para la redacción de un planeamiento de futuro que recoja las necesidades y las previsiones de la ciudad, este informe apunta que «en este momento se cuenta con una base topográfica y otra base catastral que se están depurando para poder tener una única base documental» con la inserción «de los planeamientos aprobados en los últimos años» por parte de la Corporación.
análisis de otros tiempos. Esta suerte de memoria de los documentos que, según el contrato adjudicado a Ezquiaga «deben ser analizados para poder evaluar las debilidades y oportunidades de la ciudad», denotan cierto desapego con la realidad actual si se revisan las fechas de elaboración. Junto al inventario ambiental de 1999, consta un Estudio del Metabolismo Urbano redactado en 2004 por Grupo de Estudios y Alternativas S.L. Mismo año en el que se firma un Análisis de la Población realizado por EUSA Sociología bajo la dirección de Carlos Llés Lazo.
Ya del año 2006 es el Estudio sobre la situación y evaluación de las perspectivas del sector turístico dirigido por Miguel Ángel Troitiño, y el Estudio de inundabilidad de la Vega del río Tajo gestado por la empresa Hermanos Garrote, S.L.
A los citados se une el Estudio cuantitativo sobre viviendas redactado en 2009 por la Empresa Municipal de la Vivienda, y el Plan Integral de Accesibilidad realizado en 2011 por Vía Libre.