La inversión en Defensa y armamento como valor lucrativo se está posicionando como una de las opciones más rentables en las carteras de los grandes brokers bursátiles ante el gran crecimiento que está experimentando este sector en los últimos tiempos. La carrera se ha acelerado este año tras la llegada de Donald Trump a la Presidencia de EEUU y después de mostrar una gran hostilidad con la Unión Europea y un acercamiento sin precedentes a Rusia. Desde el estallido de la guerra de Ucrania en 2022, los países occidentales han comenzado a priorizar y ampliar su gasto militar, con la OTAN instando a sus miembros a destinar al menos el 2% de su PIB lo antes posible.
Se trata de un fenómeno muy importante que se ha visto reflejado en un aumento del 30% en el gasto militar de la UE entre 2021 y 2024, alcanzando los €326.000 millones en 2024, es decir, 1,9% del PIB europeo.
La industria armamentística ha pasado de ser considerada como algo tabú en los mercados financieros internacionales a convertirse en un activo estratégico, con un retorno que está muy por encima de las acciones de las grandes firmas tecnológicas estadounidenses, conocidas como las 7 Magníficas (Apple, Amazon, Alphabet, Meta, Microsoft, Nvidia y Tesla), que han experimentado caídas del 8% en lo que va de 2025, mientras los títulos de un buen número de compañías europeas de defensa se han revalorizado hasta un 46% en lo que va de enero a marzo, impulsando sectores especializados en garantizar la seguridad.
En este contexto, las cinco grandes corporaciones de armamento comunitarias cerraron 2024 con un beneficio de 6.313 millones, un 10,55% más que en 2023 y con perspectivas muy optimistas para los próximos años después de que varios países de la UE decidieran disparar su gasto militar tras el giro de la política exterior estadounidense.
En el ranking europeo se colocan la multinacional británica BAE Systems, la italiana Leonardo, las francesas Thales y Airbus y la alemana Rheinmetall, referentes en la eurozona, que incrementaron sus facturaciones un 13,6% hasta los 94.120 millones de euros con un aumento histórico en su cartera de pedidos para próximos ejercicios.
Thales cuenta con encargos muy superiores a todos los ingresos de 2024, mientras que la mejora en la cartera de la firma Leonardo ha obligado al grupo italiano a actualizar su plan estratégico industrial.
Según aseguran, en el período 2025-2029 esperan un volumen de negocio de 118.000 millones de euros y unos ingresos de hasta 106.000 millones, mientras su consejero delegado, Roberto Cigolani, avanzó que ve «un potencial de expansión orgánico más allá de todas las expectativas» que habían analizado en el corto y medio plazo.
Por su parte, el máximo responsable de la compañía Rheinmetall, Armin Papperger, explicó que el grupo ha invertido casi 8.000 millones de euros en los últimos ejercicios para construir nuevas plantas y asegurar su cadena de suministro, conscientes de que Europa ha comenzado «una era de rearme».
'Rally' bursátil
Ante este nuevo escenario de incertidumbre y el temor a que los ataques rusos de Ucrania se extiendan a otros territorios comunitarios, las empresas del sector viven desde inicio de año un rally alcista, según se confirma en títulos como los de Rheinmetall, que alcanzan una revalorización de más del 137% en estos tres meses ante el rearme previsto.
Esta cotización bursátil al alza también ha llegado a España a través de Indra, una corporación centrada en defensa y en otros servicios de consultoría y que este año ha subido en Bolsa un 56%, tras el compromiso del país a incrementar el gasto en esta materia al 2% del PIB, incluso antes de 2029.
El presidente de Indra, Ángel Escribano, reiteró que la firma cumplirá «antes de plazo» su plan estratégico, que espera facturar 10.000 millones en 2030, mientras Navantia contaba el pasado julio con una cartera de contratos de 8.214 millones.
Según el informe sobre armamento publicado por la auditora PwC, el impacto económico de esta industria ascendió a una facturación en España de 8.042 millones de euros en 2023.
Por su parte, analistas económicos sostienen que por cada euro que se destina a Defensa, se obtiene un retorno de entre 2,1 y 2,3 euros.
Una realidad que evidencia que las carteras de pedidos de contratistas europeos están registrando crecimientos de récord y, de hecho, se prevé una tasa del 11% en ventas y del 16% en beneficios para el período 2024-2029.
Por su parte, el proyecto EDIS de la Comisión Europea, que tiene por objeto conseguir una autonomía estratégica real del Viejo Continente en defensa, trabaja para que el 50% del material militar que se adquiera sea de producción comunitaria en 2030 y del 60% a partir de 2035.
El plan engloba contratos a largo plazo y gastos planificados para colocar al Bloque como una potencia militar y armamentística independiente de EEUU y con la fuerza suficiente para autodefenderse ante cualquier ataque enemigo.