Este puente de diciembre, junto con la entrada de la Navidad, Toledo experimenta un notable aumento en su afluencia turística. La capital regional se consolida una vez más como un destino cultural y patrimonial de relevancia. Las calles de la ciudad están repletas por visitantes interesados en explorar su rica historia y arquitectura. Algunas colas son visibles durante todo el día, para visitar los principales monumentos de la ciudad o museos, como es el caso del Museo del Ejército, con una cola que da la vuelta al Alcázar.
La zona del Casco de Toledo es el epicentro de la actividad turística, llegados desde diferentes puntos de la geografía española. La presencia de turistas genera así un ambiente más festivo. Además, la decoración navideña ha añadido un toque especial en estas fechas, destacando la singularidad de la ciudad. Incluso, los aparcamientos disuasorios, o parkings públicos, están rozando el completo.
Mención especial a la gastronomía toledana, otro punto de interés para los visitantes. Restaurantes y tabernas son el sitio preferido para disfrutar de las tapas y comidas locales, gracias a la fusión de ingredientes regionales. Y los comercios locales, con la venta de artesanías y productos autóctonos, experimentan un notable aumento en la demanda.
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Un puente de diciembre que vuelvo a consolidar a Toledo como un destino atractivo para el turismo cultural e histórico, aportando una mayor vida en sus calles.