Denuncian "dejadez" en el centro de valoración de discapacidad

Lola Morán Fdez.
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Han lamentado que no se solucionen problemas como la avería del sistema de climatización, que les dejó sin calefacción en invierno y sin aire parte del verano

Denuncian "dejadez" en el centro de valoración de discapacidad - Foto: L.T.

Trabajadores del Centro Base de Valoración de Discapacidad en Talavera han denunciado la situación de «abandono absoluto» de las instalaciones donde desarrollan su actividad. En declaraciones a La Tribuna, una de las trabajadoras afectadas ha explicado que los problemas en el edificio donde se presta este servicio, situadas en plaza de Goya, 3, 

Una de las deficiencias pasa por el sistema de climatización, averiado desde hace meses y sin visos de reparación a corto plazo, según han trasladado los empleados del centro. Según han precisado, se averió el pasado enero y desde entonces hasta «parte de marzo» la temperatura en el interior del edificio ha oscilado «entre 14 y 16 grados» mediante la instalación de un radiador que se les proporcionó.

Los propios trabajadores se llevaron al centro algún radiador más «para ver si mejoraba la cosa» pero «saltaban los plomos, porque el centro es tan viejo» que no permitía tener en funcionamiento más aparatos de forma simultánea. 

En mayo se solventó la situación  con la sustitución de una pieza, reparación presupuestada en 5.000 euros, si bien el 15 de julio volvió a averiarse el sistema de climatización. Entonces se acudió a ventiladores y aparatos de aire portátil, los conocidos como 'pingüinos', y ahora, en octubre, sigue sin solventarse el problema, pese a la bajada de  temperaturas que se prevé ya a partir de ahora de cara al invierno.

Los trabajadores han explicado que, pese a denunciarse la situación en verano ante la Inspección Técnica de Trabajo, se revisó «a las ocho de la mañana, con todos los pingüinos puestos y puertas y ventanas cerradas» y la temperatura que se registró por la inspección fue «apta» para continuar con la actividad en estas instalaciones.

Goteras y humedades. En estos momentos se está actuando «para que no haya que poner cubos de agua» por las «goteras» que presentan también el inmueble. «Cae agua cada vez que llueve y ahora están impermeabilizando la fachada» porque «hay humedades por todos lados». Esto, unido a las bajas temperaturas que había en invierno, suponía un importante problema en este centro, donde los usuarios han de ser examinados para valorar su situación.

«Son gente enferma la que viene al centro», han recordado los trabajadores, quienes de igual manera se han visto afectados por las consecuencias tanto del frío como del calor en estos meses. De hecho, entre los propios compañeros se han tenido que atender este verano por sufrir golpes de calor durante su jornada laboral en este centro.

Entonces pidieron el cierre y el cese del centro, algo que no se llevó a cabo. En su defecto, se adaptó el horario para poder evitar las horas de máximo calor, lo que supuso «valorar a menos gente todos los días» por recortar el horario, pese a que hay «lista de espera de dos años».

Pese a dar traslado prácticamente «a diario» de todos estos problemas a los responsables del mismo, la situación prosigue. De hecho, han manifestado que se les ha trasladado que el presupuesto para mejorar la climatizar el edificio asciende a «más de 15.000 euros» y temen que, por tanto, su resolución sea más compleja de lo que ya fue el pasado invierno.

Ante todo esto, lo que reclaman son «unas condiciones dignas» tanto para los propios trabajadores como para los usuarios de este centro, puesto que está «en un estado lamentable, de dejadez absoluta» y donde el personal debe insistir para que se les proporcione material esencial como pilas para el funcionamiento del desfibrilador y parches para el uso de este aparato en niños.