Javier Santalla confirmó ayer con suspense la conformidad y el consiguiente reconocimiento del robo de 100 euros en un supermercado de Argés, así como la sustracción de un vehículo utilizado durante la comisión. El pacto ha costado cinco señalamientos y maniobras extrañas, como la decisión del procesado de cambiar de abogado hace un año dentro ya de sala.
Suspense porque Javier negó en un primer momento que estuviera de acuerdo con la narración de los hechos pactada entre la Fiscalía y su letrado. «Admito los hechos», aseveró posteriormente el acusado, quien declaró por videoconferencia desde la cárcel de Castellón por una pena por quebrantamiento de condena.
El acuerdo ha tenido en cuenta la atenuante muy cualificada de dilaciones indebidas sobre unos hechos ocurridos el 18 de abril de 2016. Con todo ello, la conformidad supone el acatamiento de una pena de dos años de prisión y la asunción de pagar 160 euros a la dueña del supermercado de Argés y 95 euros al dueño del coche.
Santalla reconoció un delito continuado de robo con fuerza en las cosas, tanto de un vehículo como en un supermercado de la localidad de Argés. Los hechos enjuiciados ocurrieron la noche de ese 18 de abril de 2016. Según la acusación, el procesado, acompañado de otro individuo no identificado, se personó en el establecimiento de alimentación de Argés y forzó la entrada con una pata de cabra. El botín fue exiguo: 100 euros, más pilas y dispositivos portátiles de almacenamiento digital expuestos a la venta. El coche sustraído apareció días después en la urbanización 'Las Nieves' de Nambroca.
El abogado de Santalla adelantó que pide la suspensión de la pena. «Vale, gracias, buenos días», se despidió el acusado desde la prisión de Castellón en esta breve videoconferencia.