Durante el mes de enero, Iván Ferrero solo ha tomado fotografías de la gran nevada que precipitó sobre el centro de la península durante los días 7, 8 y 9. En su archivo no hay otra temática que la de la blanca estampa. Son unas 4.500 imágenes, de las que 82 han pasado a formar parte deToledo. La gran nevada, un libro electrónico al que se puede acceder de forma gratutita aquí. «Ha sido una nevada histórica y había que aprovecharlo», explica el autor.
Ferrero reside en Toledo desde 2006 y comenzó a ejercer como retratista aficionado hace cinco años. El histórico acontecimiento meteorológico generó una excelente oportunidad para tomar y regalar instantáneas de bella factura. La nieve y el marco monumental y paisajístico de la capital regional propicionaron momentos desconocidos que el objetivo de Ferrero capturó. «He compartido algunas en mi perfil de Instagram, pero para evitar que quedara deslavazado he preferido hacerlo de una forma más conjunta». El e-book está teniendo «mucho éxito»; un número creciente de toledanos lo está viendo y compartiendo. Ferrero presume de «ilusión y orgullo» por la obra compilada y anima a quienes la conozcan a difundirla.
«Las fotos no tienen mucho procesado, algunas no tienen nada», confirma su autor. En la selección que se ofrece hay panorámicas de la ciudad y pequeños rincones de la misma. «He querido hacerlo de forma documental. Las panorámicas son espectaculares, pero también hay imágenes de carácter documental. He ido alternando fotos». La última quincena del mes pasado alumbró este trabajo. Pasado el sábado 9, el último de nieve, Ferrero siguió tomando fotos. Las profundas heladas permitieron que la capa perdurara durante varios días más. «Por el cerro del Valle, desde el arroyo de la Degollada hacia arriba, aún quedaban zonas de nieve virgen sin pisar», rememora.
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«Lo que quiero es compartirlo con todo el mundo y que la gente lo disfrute», insiste Ferrero. Su proyecto de acceso universal es una hermosa crónica de la belleza de Toledo cuando la nieve lo visita.