Villatobas llora a su Jesucristo

J.Moreno
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El Ayuntamiento declara tres días de luto oficial por el fallecimiento, a los 36 años, de Andrés Hijón, último pregonero de las fiestas e intérprete de Cristo en 'La Pasión' de Villatobas

Villatobas llora a su Jesucristo

Sólo la fe. Las creencias religiosas ayudan a digerir esos fallecimientos inesperados que congelan una comunidad. El pueblo de Villatobas se enlutó el sábado por la noche por la muerte de Andrés Hijón Medina, un vecino de 36 años que había protagonizado el 11 de agosto el último pregón de las fiestas en honor de Nuestro Padre Jesús Nazareno. «En cinco días se nos ha ido», expresaba atribulada la alcaldesa, Gema Guerrero, quien ha declarado tres días de luto oficial.

Andrés encarnó a Jesucristo durante los 15 años de representaciones de 'La Pasión de Villatobas', una dramatización con el concurso de entre 150 y 200 vecinos del pueblo que aspiraba a la declaración de Interés Turístico Regional. El protagonismo de este empresario de 36 años suponía una muesca más de su involucración en la vida cultural y deportiva del municipio. También destacaba entre los aficionados de las motos y del ciclismo en sendas agrupaciones.

«Tenía una calidad humana, y era afable y cercano», subrayaba la alcaldesa antes del entierro, ayer a las cinco de la tarde. «Invitamos a todos los villatobanos a que se unan al sepelio de nuestro vecino y acompañen a su familia en estos dolorosos momentos», pedía en la comunicación del fallecimiento de Andrés, que pilló de sorpresa a muchos vecinos. «Siempre te recordaremos como una gran persona; gracias por todo lo que has hecho por tu pueblo, Villatobas», respondía una de sus paisanas.

«Era un chico fuerte, joven y con una salud de hierro», detallaba la alcaldesa, quien resaltaba que había sacado adelante una fragua, junto con otro socio, que generaba empleo en el municipio. Pero un malestar y unas décimas de fiebre devinieron en la necesidad de un trasplante urgentísimo de hígado en el Hospital 12 de Octubre de Madrid. El órgano compatible no llegó a tiempo, y falleció finalmente el pasado sábado.

«Dios guarda sus peores batallas a los mejores guerreros», se consuela la alcaldesa de Villatobas, un pueblo que ha perdido a su Jesucristo.