Fernando Lussón

COLABORACIÓN

Fernando Lussón

Periodista


De crisis en crisis

08/04/2025

De la crisis financiera de 2008 propiciada por las hipotecas 'subprime' de Estados Unidos y de la burbuja inmobiliaria en el territorio nacional hasta la desatada por la guerra arancelaria del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de resultados imprevisibles, más la provocada por la pandemia del covid-19 que paralizó la economía mundial, y la guerra de Ucrania que desató la inflación en todos los países occidentales, dibujan la historia del mundo de los últimos dieciocho años, que han tenido importantes consecuencias colectivas y personales, que han causado cambios en el panorama político de muchos países y en su desarrollo económico.

La crisis financiera se afrontó, sobre todo en la Unión Europea y en España, con una política de austeridad que provocó un incremento del paro hasta niveles nunca vistos por el cierre de empresas y por la tardanza en lograr la recuperación económica. En el ámbito político la crisis dio lugar al surgimiento del movimiento de 'los indignados', a la creación de partidos políticos que se proclamaban los heraldos de la nueva política y, tras despertar muchas esperanzas avaladas por su respaldo en las urnas, acabaron sucumbiendo bajo los paradigmas de la política tradicional que llegaron para cambiar. Algunos desaparecieron porque no supieron aprovechar sus oportunidades llevadas al fracaso por líderes demasiado ambiciosos -Ciudadanos- y otros han caído en el problema 'infantil' de la izquierda, su fraccionamiento.  

Cuando la economía comenzaba a tomar velocidad de crucero, se sucedieron tres crisis en un plazo de cinco años. Afortunadamente la respuesta a las crisis ha sido bien distinta a la primera, caracterizada por el 'austericidio', los recortes sociales y dejar al albur del mercado a los trabajadores. Frente a la pandemia, el Gobierno de Pedro Sánchez levantó un escudo social, con el establecimiento de créditos para las empresas, pero sobre todo con la aplicación de la figura de los expedientes de regulación temporal de empleo, los ERTE, que permitió mantener el empleo. Aunque la economía española fue una de las últimas en recuperar los datos previos a la pandemia, a los pocos años se convirtió en la más potente de la UE, la que más crecía y la que más empleo generaba.  

Sin reponerse de la pandemia, la invasión rusa de Ucrania provocaba una nueva crisis, en este caso por la subida de la inflación, que obligaba al Gobierno a reforzar el escudo social, a tratar de minimizar sus efectos con rebajas del IVA a productos de primera necesidad o a los principales consumos, con la excepción ibérica, que han sido retirados poco a poco a medida que mejoraban los datos económicos. Estas dos últimas crisis han servido, sobre todo, para que la ultraderecha se haya encaramado a tercera fuerza política.

Las medidas adoptadas en los últimos cinco años han sido el banco de pruebas para la respuesta inmediata del Gobierno a la guerra arancelaria de Donald Trump, cuyas consecuencias aún están por ver, si desatará una nueva crisis inflacionaria o si puede llevar a muchos países, empezando por Estados Unidos, a la recesión, y que por el momento ha supuesto un cambio radical en el entramado comercial mundial, de la misma forma que el presidente estadounidense ya había puesto patas arriba el orden político internacional. En España, la respuesta a los aranceles ha supuesto un espacio de encuentro entre PSOE y PP. A ver cuánto dura.