La cuarta parte de los crímenes conocidos en la provincia de Toledo durante el pasado año correspondieron a delitos relacionados con los entornos digitales. Los 7.228 hechos registrados, principalmente estafas cibernéticas, suponen un incremento interanual del 26,4%.
El Ministerio del Interior desagrega en sus últimos balances los datos relativos a la cibercriminalidad, antes subsumidos en otros delitos. En 2019, los diferentes cuerpos policiales constataron 2.708 hechos de esta índole. No se ofrecen aportaciones referidas al año 2020, aunque en 2021 fueron 4.572 los casos de delincuencia acumulados. La evolución de esta forma criminal mantuvo su tendencia alcista en 2022, con 5.742 hechos.
Las estafas cibernéticas representan el delito más habitual. El pasado año, se produjeron 6.319 casos en la provincia, lo que supone que tal delito explica el 87,4% de todas las infracciones cometidas a través de la esfera virtual. Los tipos de estafas más habituales en internet se relacionan con las compras electrónicas o con actividades fraudulentas como el phishing (suplantación de la identidad de empresas o administraciones para solicitar, a través del correo electrónico, información bancaria o personal), el vishing (el mismo tipo que el anterior, pero a través de una llamada telefónica), el pharming (un ataque que consiste en redirigir al navegante hacia páginas malignas), o el ransomware (el secuestro de datos online como forma de extorsión al ciudadano).
Al mismo tiempo, la estadística contempla el incremento progresivo de otros ciberdelitos, con atentados contra los archivos almacenados en soportes online, la defraudación en las telecomunicaciones (por ejemplo, con la conexión a redes wifi particulares sin permiso del titular) o los ciberdelitos contra la intimidad -mediante el espionaje o la filmación. En 2023, estos actos sumaron 909 casos, por debajo de los 917 de 2022, pero muy por encima de los 516 que se acumularon en 2019 en la provincia.
En los últimos cinco años, sin datos de 2020, se han registrado en Toledo algo más de 20.000 ciberdelitos, de los que aproximadamente 17.000 son estafas.
COMPRAS SEGURAS. La Policía Nacional ofrece un decálogo de buenas prácticas para las compras online, una vía comercial en expansión y con un número emergente de clientes. Los diez medidas planteadas por el cuerpo de seguridad señalan la importancia de realizar las adquisiciones en páginas confiables, sitios web en los que se señale tanto la ubicación de la tienda como a los responsables del negocio. Además, se recuerda que estas plataformas deben atender la política de protección de datos.
Por otra parte, la Policía recomienda disponer de una tarjeta destinada de manera exclusiva a las compras online; además, alerta de aquellas ofertas que pueden resultar demasiado atractivas. Otras medidas de precaución son las de estar conectado a una red segura, no hacer transacciones en efectivo o ejercer, en caso de resultar satisfecho, la devolución del artículo adquirido en un plazo de 14 días.