La situación del río Tajo y las consecuencias sufridas tras 42 años de trasvase Tajo-Segura siguen sin reflejarse en el borrador del Plan de Cuenca como gustaría a las asociaciones y colectivos ecologistas que luchan por una mejor gestión desde hace años. Las leves mejorías reconocidas por la Fundación Nueva Cultura del Agua, en el establecimiento de caudales ecológicos en todos sus componentes -no así en su entrada en vigor-, y en una mayor inversión para mejorar la depuración de las aguas en la Comunidad de Madrid, no compensa los daños de una gestión perjudicial durante demasiados años.
«Es un avance tan tímido que entiendo que los pueblos ribereños y los grupos ambientales consideren que no es un avance de ningún tipo, porque además incumple las sentencias, lo que es difícilmente justificable», indica la investigadora asociada de la FNCA, Nuria Hernández-Mora.
Así, y a pesar de que el Ministerio de Transición Ecológica destaca la nueva etapa en la gestión y planificación de los ríos que garantice el suministro en cantidad y en calidad suficiente, no se percibe así por parte de las organizaciones implicadas. «En el Tajo no ha llegado todavía la transición ecológica», añade.
Hernández-Mora recuerda que a las 5 sentencias del Tribunal Supremo que exigen los caudales ecológicos, se suma el informe de los eurodiputados que conocieron in situ el estado del Tajo, durante una visita a Talavera en 2016. Tras ella, unos meses después, llegó la publicación de un «contundente» informe en el que ‘levantaban los colores’ del Gobierno español, al que instaban a revisar la gestión de agua en el país «en línea con los requisitos» de la directiva marco sobre Agua y establecer nuevamente caudales ambientales.
La investigadora de Nueva Cultura del Agua considera que «el peso de la razón está de nuestra parte, y aún así sale algo que no nos permite la recuperación del río; la situación de deterioro es impresentable a pesar de ser uno de los ríos más importantes de la UE, que une dos capitales europeas».
Alegaciones. La Fundación Nueva Cultura del Agua analizará detenidamente el borrador delPlan de Cuenca por parte de su Observatorio de Políticas del Agua (OPPA), como seguimiento de la política de aguas y planificación hidrológica, y presentarán observaciones técnicas o alegaciones, como ya hicieron también al ETI. Del mismo modo, considera que las organizaciones ambientales y ciudadanas demandantes en las sentencias, harán lo mismo.