Carlos Calzada

Carlos Calzada


Ganar hoy, olvidar mañana

11/10/2024

El éxito en el deporte es, por definición, efímero. En ningún otro ámbito esto es tan evidente como en el fútbol, donde los triunfos y las derrotas pueden ser tan fugaces como un suspiro, y donde los éxitos de hoy pueden ser los grandes olvidados del mañana. Este carácter volátil de la victoria en lo deportivo, presenta una serie de contradicciones que hacen del fútbol un espectáculo fascinante.
Y es también por ello, que uno de los aspectos más llamativos de este fenómeno es la rapidez con la que el éxito se desmorona, desaparece, se olvida. Un equipo que sale campeón de cualquier competición puede pasar de la gloria a la decepción en cuestión de meses, o incluso semanas. Los clubes planifican, invierten en jugadores, entrenadores y hoy en día hasta en tecnología, todo, de nuevo, para asegurarse estar en la cima, pero la victoria es solo el primer paso hacia una carrera aún más dura y difícil: mantenerse en el éxito. La exigencia de ganar es implacable.
Y llegados a este punto, el último ejemplo lo tenemos en la reciente eliminación de la Copa del Rey del CD Cazalegas y el CD Sonseca, dos equipos que ahora seguramente vean como un fracaso este hecho, pero seguro que con el tiempo se darán cuenta de la gesta que han logrado y el momento histórico que han dado a sus aficionados. Además, el fútbol tiene una memoria selectiva y cortoplacista. Las hazañas pasadas rara vez sirven como escudo protector frente a la crítica presente. 
Y aquí es donde quiero llegar con el CD Toledo, a quien el pasado, en vez de olvidarse, se transforma en una losa casi insalvable curso a curso. La impaciencia de los aficionados por volver a tiempos pasados casi fugaces, los errores y dificultades del pasado cercano, y la naturaleza urgente de la industria del fútbol nos hacen por momentos perder el norte.
Por eso, a veces, y digo a veces, porque ya hemos dejado claro que nada en el fútbol entiende de lógicas aplastantes, ser capaz de normalizar, sintetizar, aislar y proyectar el día a día, puede hacernos capaces de corregir esa tendencia que parecía inalterable.
El pasado no se puede cambiar, el futuro es imposible predecir, y un cambio en el presente, por muy frágil que parezca, puede ser tan poderoso como inconsistente. Por eso, el CD Toledo, y cualquier equipo, ha de repetir, alterando y adaptando, la fórmula al día a día sin conformarse por nada.