El blog de fotografía histórica 'Toledo Olvidado' ha rescatado de olvido de uno de los monumentos desaparecidos de la capital. Se trata del convento de San Juan de la Penitencia, un lugar que fue, en su día, una de las joyas arquitectónicas más importantes de la ciudad. Fundado en 1511 por el cardenal Cisneros en el corazón de Toledo, este convento albergaba una doble misión: ser un refugio espiritual para las monjas de la Orden Tercera de San Francisco y, a la vez, acoger a jóvenes mujeres, conocidas como "doncellas pobres".
"De entre las numerosas pérdidas patrimoniales que provocó la nefasta Guerra Civil en Toledo en 1936, ninguna fue comparable a la destrucción del que era considerado por muchos el convento más rico y valioso de la ciudad", recuerda 'Toledo Olvidado'.
El convento fue una auténtica joya del arte castellano, muy probablemente obra del arquitecto Pedro de Gumiel. Su claustro, de tres pisos, era considerado una obra maestra, adornado con elementos góticos y mudéjares, reflejando la riqueza artística y cultural de Toledo. En el interior de la iglesia, el arte religioso se manifestaba a través de diversos retablos que representaban escenas clave de la vida de San Juan Bautista, además de una rica rejería plateresca.
'Toledo Olvidado' revive San Juan de la Penitencia - Foto: Foto de Roberto Esteban RamosBenito Pérez Galdós, uno de los más grandes escritores españoles, alabó el convento en su novela Ángel Guerra, destacando la mágica atmósfera que lo envolvía y la mezcla de estilos arquitectónicos que sintetizaban las influencias culturales de la ciudad.
Durante la Guerra Civil Española, en 1936, fue gravemente dañado por un incendio provocado por una bomba, lo que destruyó buena parte de su estructura original y acabó siendo consumido por las llamas durante los primeros días del conflicto. No obstante, el edificio fue restaurado en la década de 1970 y ha sido reutilizado como sede del Conservatorio de Música "Jacinto Guerrero", continuando su legado cultural como un espacio de formación.
Afortunadamente, antes de su destrucción, el convento fue documentado en numerosas fotografías que hoy permiten recordar su magnificencia. A través de ellas, Toledo olvidado revive su memoria, conservando en imágenes las líneas arquitectónicas del exterior, el esplendor de su claustro y la riqueza de sus interiores decorados, una combinación única de estilos que daban vida al "Estilo Cisneros" o "cisneriano".
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