Los delitos crecen un 29% en la ciudad; se disparan los robos

Á. de la Paz
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Los saqueos con intimidación y violencia se cuadruplican en el primer semestre respecto al dato de 2023; también aumentan los hurtos y la sustracción de coches

Agentes de la Policía Nacional desplegados en la plaza del Ayuntamiento. - Foto: Yolanda Lancha

La criminalidad se dispara en la ciudad de Toledo un 29,7% en el primer semestre de 2024 respecto al mismo periodo del año anterior. Entre enero y junio se han contabilizado 2.081 infracciones penales frente a las 1.605 conocidas en la primera mitad de 2023. El repunte alcanza tanta a los hechos delictivos convencionales como a los relacionados con el entorno online; en el caso de los primeros, el incremento es del 35,9%, mientras que los hechos punibles que se producen en el mundo digital suben un 5,2%.

Los actos perseguidos en los que se registra un mayor aumento en la capital regional están relacionados con los robos en cualquiera de sus modos y grados. La estadística de aquellos en los que median violencia e intimidación refleja un despegue alarmante: los ocho del primer semestre de 2023 se elevan hasta los 35 acumulados hasta junio del año corriente. Expresado en términos relativos, la eclosión alcanza el 337%. Otro indicador que también rebasa los tres dígitos de incremento es el de sustracciones de vehículos, con un 181% más frente al dato correspondiente a los seis primeros meses del precedente 2023. Los cuerpos policiales advirtieron de once coches robados entonces, una cantidad muy inferior a los 31 que se han birlado en la primera mitad de 2024.

Otros indicadores relacionados con robos también muestran subidas de diferente cuantía. Los saqueos con fuerza en viviendas, establecimientos e instalaciones aumentan en un 65%, hasta los 98 casos (frente a los 58 del semestre de apertura del año pasado). Si se limita el análisis a los asaltos armados a domicilios particulares, el incremento se cifra en un 48%, desde los 39 incidentes del primer semestre de 2023 hasta los 58 certificados entre los últimos enero y junio.

También se antoja cuantiosa la escalada registrada en el número de hurtos contabilizados en Toledo durante la primera mitad del año. Se trata de un tipo de robo en el que no media violencia, pero que resulta igualmente lesivo para los bienes particulares. El incremento en este capítulo alcanza el 59%, con 643 hechos en la primera mitad del año; en el mismo periodo de 2023 hubo 404 casos.

La proliferación de robos en Toledo advertida por el Balance de Criminalidad que publica el Ministerio del Interior se adivina como un problema de seguridad ciudadana que, dado el notable volumen que alcanzan estas infracciones (los hurtos, por ejemplo, superan con holgura el medio centenar de casos), pueden generar una honda preocupación entre los vecinos. Aunque las sustracciones son los hechos criminales menos dañinos, su proliferación causa una cierta alarma y una demanda de más seguridad, tanto de efectivos policiales (una competencia que en la ciudad comparten los cuerpos de Policía Local y Policía Nacional) como de elementos privados de protección, tales agentes o disposivos de videovigilancia y alarmas. 

MÁS DELITOS SEXUALES. Más allá del importante incremento de estas formas atentatorias contra el patrimonio personal, el resto de cifras de criminalidad correspondientes a la ciudad exhiben un comportamiento que, con carácter general, puede considerarse alcista.

Entre enero y junio se han lamentado diez delitos contra la libertad sexual, uno más que en las mismas fechas de 2023. Entre estos actos criminales se incluyen tres violaciones, idéntico dato al de la primera mitad del año anterior.

El apartado de delitos graves y menos graves de lesiones y riña tumultuaria también experimenta un leve ascenso. Los cuerpos policiales recuentan 17 crímenes de este tipo hasta junio en la ciudad, uno más que en el primer semestre de 2023.

Las dos mejoras más significativas alcanzan a los homicidios: en el primer semestre del año, Toledo no registró ninguna muerte violenta, tampoco en grado de tentativa. Durante el periodo con que se establece la comparación se consumó un homicidio y se intentó, sin que llegara a materializarse, otro más. Del mismo modo, no se ha constatado ningún secuestro en el término municipal, un resultado halagüeño que ya se dio en la apertura de 2023.

Por su parte, la criminalidad relacionada con el tráfico de drogas emula la cifra pretérita, con siete delitos.

El resto de delitos encuadrados dentro de la criminalidad convencional crece un 17%. Los cuerpos de seguridad han aportado 899 hechos relacionados con una miscélanea de casos antidisciplinarios aceacidos en Toledo durante el periodo analizado. Hasta el ecuador de 2023, fueron 764 los casos contabilizados.

CRÍMENES EN LA RED. El ciberespacio se ha convertido en uno de los escenarios preferidos por los delincuentes para cometer diferentes actos ilegales. Las cifras relacionadas con este tipo de crímenes tienden a incrementarse en cada revisión estadística. El uso extendido de internet en las diferentes cohortes de edad describe una mayor exposición de los ciudadanos a la red.

En el caso de la ciudad de Toledo, la ciberdelincuencia se eleva un tímido 5,2% en los seis primeros meses del año. Así, en este periodo se han contabilizado 343 delitos, hasta 17 más que en idénticas fechas de 2023.

Las estafas informáticas suben apenas un 3% y acumulan 312 casos. Estas infracciones de tipo económico predominan entre los crímenes online. El repunte es mayor en el capítulo de otros ciberdelitos: se han producido 31 casos frente a los 23 de los seis primeros meses del año anterior.