Carlos Gómez daba por descontada esta victoria, y así lo reconoció después: «Teníamos que ganar, y lo hicimos». Sin embargo, reconoce que aspectos del trabajo diario han vuelto a relucir en un partido del domingo: «Teníamos todo pensado, y conseguimos adelantarnos, algo que siempre viene bien; además, en casa habíamos hablado de ser fiables, y lo hemos sido».

Pero en toda victoria holgada, siempre es momento de sacar los debes, y, en este sentido, el técnico albaceteño no acabó nada contento con la gestión de los últimos quince minutos: «Su gol hay que evitarlo». Además, cree que está faltando «más calidad y precisión» en determinadas zonas del campo, sobre todo en los metros finales, y también «asociarnos mejor».

De todos modos, defiende a sus jugadores porque considera que «jugar con la sensación de urgencia no es fácil, ya que aquí ganar no tiene mérito y perder es una hecatombe», añadió. Por eso, considera esencial que «los futbolistas encuentren sus mejores versiones». Aun así, recalca que «el equipo intenta hacer lo que se le pide, así que, a partir de ahí, solo hay que insistir e insistir», continúa diciendo.

A Carlos Gómez se le preguntó por la vía que está dando la mayor parte de goles, la estrategia. Según su punto de vista, «casi el 60 por ciento de los goles en estas categorías se consiguen así, pues es más complicado hacerlos en otras fases». De todas maneras, el entrenador verde no descarta que se intente «que vengan de otras formas, aunque a veces serán de una y otras, de otra». Ante el San Clemente, se tuvieron «de todos los colores», dijo también.

Por lo demás, entre los aspectos que más le gustaron al albaceteño del CD Toledo que ganó 4-1 a la Agrupa San Clemente, destaca que «transmitimos la sensación de que no quieres especular, de que entras a los partidos con la tensión necesaria». Y es que, según insiste, «como levantes el pie, todo se iguala», así que está convencido de que «habrá partidos que no se ganen, pero que no sea porque no hacer lo que toca».

Finalmente, se le pidió una razón para dar minutos a jugadores como Fontanello o Kupen, que salieron con el partido ya resuelto. Como explicó, le interesa «tener a cuanto más jugadores de nivel mejor». Así, también lo ve como «un premio» a esa gente que «no tiene tantas oportunidades aunque lo merecen por su trabajo en los entrenamientos».