Miles de manifestantes han salido este sábado a la calle en un centenar de localidades de Francia para denunciar lo que consideran una violencia policial excesiva. Hay al menos tres detenidos.
El incidente más grave hasta el momento se ha producido en París, donde un agente ha sacado una pistola y ha apuntado a la multitud al considerar que el vehículo en el que se desplazaba estaba siendo amenazado, según recoge la prensa francesa.
El coche patrulla habría sido atacado con barras de hierro y cuando el vehículo quedó bloqueado un policía salió por una de las puertas traseras y sacó su arma de fuego. Tres de los cuatro ocupantes del coche estarían lesionados.
El prefecto de policía de París, Laurent Nuñez, ha confirmado tres arrestos, mientras que el ministro del Interior, Gérald Darmanin, ha condenado ya la "violencia inaceptable" contra la Policía. "Vemos adónde conduce el odio contra la policía", ha apuntado.
La manifestación ha sido convocada por diversas organizaciones en una "marcha unitaria" para denunciar el "racismo sistémico, la violencia policial" y para reivindicar "justicia social y libertades públicas".
Fuentes policiales citadas por la televisión BFMTV apuntan a que hay varios agentes heridos, aunque no hay confirmación oficial ni información sobre el estado de gravedad.
Se esperaban unos 30.000 asistentes a las manifestaciones convocadas por organizaciones de izquierda en medio de un amplio despliegue policial.
La convocatoria denuncia "una política regresiva que favorece a la extrema derecha y pisotea cada vez más nuestras libertades públicas, nuestro modelo social, nuestro futuro frente al colapso ecológico".
Apoyan la marcha organizaciones como Amigos de la Tierra, Greenpeace, Planificación Familiar y SOS Racismo, así como sindicatos como la Confederación General de Trabajadores (CGT), el Sindicato de la Magistratura y varias organizaciones estudiantiles. También está La Francia Insumisa, pero se han quedado fuera el Partido Socialista Francés (PS) o el Partido Comunista Francés (PCF).
El Ministerio del Interior ha movilizado entre 130 y 150 unidades móviles en toda Francia, lo que supone unos 30.000 policías y gendarmes, además del trabajo de los servicios de inteligencia.