Un arte «diferente». Así definía esta mañana el arte de sus padres Mathilde, hija de los conocidos artistas Raymond Edanz y Suzanne Grange, autores del «magnético y sorprendente» Mural del Anillo, como lo bautizó Jesús Fuentes Lázaro en un artículo en La Tribuna hace tres meses, que preside la cafetería de la Universidad Laboral desde finales de los años 70.
Desde entonces, sus nombres no se han desligado de este centro educativo que siempre ha mostrado un enorme interés por las obras de este matrimonio francés que llegó a Toledo en 1965 y dejó una buena impronta artística en la ciudad,. Una huella que sigue sumando obras gracias a la generosidad de su hija Mathilde, que ha decidido donar más de cincuenta dibujos, algunos de ellos a color, que la Universidad Laboral acaba de exponer en el hall del salón de actos para rendir homenaje a esta reconocida pareja, muy célebre en la ciudad a raíz de este inmenso mural que fue declarado Bien de Interés Patrimonial hace años.
«Mis padres no se consideraban modernos ni vanguardistas, quizá sí diferentes», explicó ayer Mathilde minutos antes de la inauguración de la exposición de una cincuentena de dibujos de su madre, Suzanne Grange, algunos vinculados con el conocido gran mural. «Ella era ceramista y dominaba la técnica del dibujo, pero la parte técnica y el color eran obra de mi padre».
Mathilda, hija del matrimonio de artistas franceses, junto al director y uno de los profesores del centro educativo. - Foto: David PérezLa hija de este matrimonio de artistas franceses decidió hace tiempo donar parte de su obra al centro educativo, «un honor» para ella porque considera que es el mejor lugar para conservar el legado familiar, ligado a la Universidad Laboral desde el aterrizaje del matrimonio a Toledo. Incluso Raymond Edanz llegó a dar clase de arte cuatro o cinco meses, un bonito y especial recuerdo para su hija, que aprovechó también para anunciar que continuará donando más obras a la Universidad Laboral los próximos meses.
Inauguración. La Universidad Laboral dio la bienvenida a la obra de Suzanne Grange de la mano del delegado provincial de Educación Cultura y Deportes, José Gutiérrez, el director del centro, Luis Corrales Mariblanca, el profesor Manuel Sánchez Rosado, y de otros antiguos cargos, como Ángel Felpeto, exdirector del centro y uno de los artífices de la declaración del mural como Bien de Interés Cultural.