Cs defiende el trabajo hecho por su grupo municipal en el Ayuntamiento de Toledo durante los últimos ocho años, un esfuerzo que confía en seguir realizando a lo largo de la próxima legislatura. Aunque las perspectivas electorales del partido centrista no son positivas en el conjunto de España, el grupo que encabeza Esteban Paños, cara visible del proyecto naranja en la ciudad desde 2015, aspira a ser decisivo para la gestión de la capital regional. El propósito de los liberales es integrarse en el equipo de Gobierno resultante tras el paso por las urnas del 28 de mayo.

El análisis de Cs sobre su labor en la ciudad desde 2019 está condicionado por la cómoda mayoría de la que ha disfrutado el Gobierno municipal socialista, con sus doce concejales propios más el apoyo más o menos recurrente de un antiguo edil de Vox. Pese a las dificultades de la aritmética, Paños ensalza a su formación como la alternativa «útil, moderada y de consenso» para Toledo y se felicita por haber puesto en la agenda de Toledo «temas, asuntos y problemas que no están entre las prioridades del PSOE».

La preocupación del partido por el arbolado y la innovación cultural son, según el número uno de la lista naranja, dos de los ejes que mejor definen el espíritu de las propuestas de su marca. Sobre la reforestación urbana se preguntó «qué ha hecho el Gobierno» al respecto, para responderse a continuación con un «nada». Paños reivindicó un «trabajo constante de control y fiscalización» al Gobierno de Tolón. «Nos hemos dedicado ocho años a fiscalizar». Paños citó tanto el centenar de mociones presentadas por Cs a los presupuestos como las alegaciones con que trataron de enmendar las diferentes ordenanzas municipales.

Para los próximos cuatro años, Cs reclama un papel protagonista en el Ejecutivo que emerja tras el 28M. «Que estemos en un futuro Gobierno de Toledo es una garantía de sensatez, una garantía también de que las cosas se hagan por consenso y no por rodillo», proclamó Paños. El partido se postula como tejedor de acuerdos mayoritarios y señala su vocación pactista y en favor de un Toledo «moderno, ambicioso, para mirar al futuro».

Los naranjas apuestan por un «modelo de ciudad que seguimos sin tener» y lamentan que el plan con que Tolón esboza el futuro POM de la ciudad no prevea «infraestructuras necesarias» como «un ferial digno, una ciudad deportiva o más suelo industrial». Cs cree haber «aportado más» con sus propuestas al Pleno que Tolón con su borrador del POM.

«Rechazan sistemáticamente todo lo que promueve Cs, aunque luego lo aprovechan y lo presentan como ideas propias; la gente tiene que conocer este doble juego», explicó Paños. Como ejemplos de esta forma de acaparamiento, los liberales apuntan el aparcamiento público de caravanas, los puntos limpios móviles o el programa Reciclos. «Hoy son realidades después de haber sido propuestas previas de Cs».

MENOS ACUERDOS. Paños lamentó la deriva del Gobierno de Tolón en su relación con los diferentes grupos municipales. «En la primera legislatura, aprobaba bastantes medidas de la oposición, aunque no las hayan llevado a cabo», indicó el edil naranja, quien lamentó que el plan de arbolado de 2016 «sigue ahí, sin ver la luz».

En la segunda legislatura, la que toca a su fin, Cs ha solicitado sin éxito la creación de «una unidad canina en la Policía, un plan específico de mejora del parque escolar y el Circo Romano, una oficina para la captación de proyectos europeos, una ordenanza de regulación de los caminos públicos, el refuerzo del programa de Navidad en todos los barrios o poner árboles en la calle Jarama», enumeró el portavoz centrista.