Con un duro horizonte económico, más allá del ya de por sí complicado presente, Argentina comenzó el pasado domingo la era Milei, el mandato presidencial del economista libertario que pateó el tablero de la política del país sudamericano hasta convertirse en el «primer presidente liberal libertario» de la historia.
Con casi un 150 por ciento de inflación interanual, un 40 por ciento de pobreza en la población y un 10 por ciento de indigencia, escasez de reservas de divisas, un 150 por ciento de brecha cambiaria entre el dólar oficial y el paralelo (o blue), sueldos depauperados y una deuda con el FMI cercana a los 46.000 millones de dólares, la nación tiene un negro presente. Y un futuro lleno de incertidumbre.
Por el momento, un ajuste fiscal y el fin de la emisión monetaria son las dos primeras medidas confirmadas por Milei como presidente investido. Y también tuvo una promesa, al anunciar que la estanflación «será el último mal trago» hacia la «reconstrucción de Argentina».
Para comenzar ese camino, ayer el mandatario mantuvo su primera reunión de Gabinete con sus ministros, con los que empezó el trabajo del nuevo Gobierno. Una cita que tuvo lugar en la casa Rosada, sede del Ejecutivo.
Allí, se mantuvieron las primeras discusiones y se trataron las prioridades del Gabinete, principalmente financieras. Y es por ello que el responsable de Economía, Luis Caputo, anunciará hoy el primer paquete de medidas dentro de ese ramo que «se van a respetar a rajatabala» porque, según aseguró ayer el portavoz presidencial, Manuel Adorni, «no podemos gastar más de lo que tenemos».
«La batalla va a estar dada en términos de crecimiento de la economía y resolviendo problemas muy estructurales que tiene el Estado en términos de política fiscal. Gastar más de lo que se tiene se terminó. El 'no hay plata' no es un término hecho», apuntó Adorni en alusión a una frase pronunciada habitualmente por Milei.
El portavoz reconoció que «la política monetaria tiene rezagos y lleva tiempo corregir», por lo que «los cambios en los precios no es una novedad de hoy ni será de mañana». No obstante, remitió a la comparecencia que hará hoy Caputo, de la que adelantó que «va a ir en línea con un fuerte recorte fiscal, alguna expansión de las partidas sociales y con una quita de privilegios que el presidente Milei dio la orden de realizar con urgencia».
Un camino «claro»
Adorni aseguró que la fuerte crisis económica en la que está inmersa Argentina tiene un carácter «histórico» y «recurrente». «Cada cierto tiempo derivamos en una crisis hiperinflacionaria y en una crisis de deuda. Cuando uno gasta más de lo que se tiene se deriva en emisión, que deriva en inflación y que es lo que tenemos ahora», afirmó el portavoz, quien insistió en las palabras pronunciadas en la víspera por Milei durante su discurso inaugural y resaltó que «el camino es claro, es cambiar la Argentina, terminar con esta Argentina de decadencia». «Ha llegado el momento de salir y esa es la decisión del presidente, que este sea el inicio de una Argentina distinta, de una Argentina del mérito, de una Argentina donde no tengamos que sufrir la pobreza, ni la indigencia, ni los salarios bajos», aseveró.
Además, el Gobierno del ultraliberal revisará todas las contrataciones de la Administración pública y el estatus del personal estatal del país, exigiendo la presencialidad total a los empleados públicos.
«Se van a revisar todas y cada una de las contrataciones, en virtud de encontrar contrataciones irregulares en cada uno de los contratos vigentes en los ministerios y con las universidades», aseguró.