Las incorporaciones tecnológicas hacen precisar casi el minuto exacto del inicio de la lluvia. Y la cantidad. Y uno puede planear los paseos, la vaciones, y tal. Pero la gestación de la lluvia es otro cantar. No hay adelanto que permita el gobierno al antojo del humano. Lo saben bien en Tembleque, donde esperan al menos una gota desde el 20 de noviembre de 2022.

Tan larga es la ausencia, que la Asociación de Agricultores de Tembleque organizará el domingo una rogativa con la talla de San Isidro a cuestas para alimentar los campos de su avituallamiento vital. Los 200 socios, encabezados por Jesús Oliveros, desfilarán por una parte de las 17.000 hectáreas reservadas para cereal: trigo, cebada, avena o centeno. Los agricultores de Carmena, en la comarca de Torrijos, hicieron lo mismo el martes.

La oración con la imagen de San Isidro, al que sacan también cada 15 de mayo por el santoral, puede resultar ingenua o naíf para los descreídos, pero los agricultores han comprobado que surte efecto. Hace seis años, la última vez que desfilaron fuera del 15 de mayo, la lluvia compareció inmediatamente. Y hace 11 años, sucedió lo mismo. Y acompañado de nieve, como recuerda Pedro Casas, autor de la bitácora 'Todo Tembleque'.

Ya en 1905, el Pleno acordó la rogativa para implorar lluvia. 118 años después, persisten los motivos.