Históricamente se ha vinculado a la vivienda pública con la social, aquella que da acceso a un hogar a personas en situación de vulnerabilidad. Emiliano García-Page ha querido marcar diferencias al respecto, en el sentido de que cuando la administración se encarga del arrendamiento de viviendas surgen problemas que el presidente regional no está dispuesto a repetir. Y que siquiera está dispuesto a recomendar a otras administraciones.
«Cuando nos ponemos de caseros no nos pagan, es imposible desalojar... surgen una serie de inconvenientes que nos hacen renunciar a esta fórmula», señaló García-Page en referencia a otros bloques de viviendas del barrio de Santa María de Benquerencia en los que su gestión como arrendador no ha salido bien, como es el caso de los inmuebles de Río Yedra 8, más conocidos como los pisos negros.
Sea como fuere, lo que quería concluir Emiliano García-Page en la presentación de las 124 viviendas de alquiler en el paseo Gregorio Marañón es que estas no serán «viviendas sociales», reseñando que «no vamos a contruir más guetos sociales, porque hemos demostrado ser penosos como caseros; renunciamos a ello». Page zanjó el asunto concluyendo que «el mayor daño que se ha hecho a la vivienda pública en este país son los guetos sociales».
Una alocución que instantes antes ya dejaba caer el consejero de Fomento, Nacho Hernando, cuando reconocía que en el sector de la vivienda «no podemos mirar hacia otro lado cuando hacemos las cosas mal», en relación a la ocupación ilegal existente en las mencionadas 148 viviendas del barrio del Polígono.
Vivienda industrializada. Sobre este novedoso formato con el que se levantarán los pisos de alquiler en Gregorio Marañón, Emiliano García-Page habló de un sector que poco a poco tiene que ir creciendo e informó a la ciudadanía que «tienen que entender que estamos hablando de una revolución en el mundo de la construcción». Por ello, el presidente regional se refirió a Antonio Martín, el presidente del Grupo Avintia y garantista de este modelo, animándole a que «esa ciudad de la industrialización que queréis hacer la hagáis en Castilla-La Mancha».
García-Page insistió en la necesidad de alcanzar un pacto nacional de Vivienda, en el que «no todos debemos estar de acuerdo en todo el contenido, sino en lo que todos seamos capaces de sumar». Además, insistió en la importancia de adelantarse al mercado y construir de manera constante en toda España, no sólo cuando se necesiten viviendas, «para no dar pie a la especulación», sostuvo. Por último, Page recalcó que lo que «hoy ha empezado va a tardar años, porque no existen soluciones milagrosas».