Angelines abre y cierra a diario la ermita de San Antón de Dosbarrios, un lugar de devoción que cuidan con mimo los vecinos de este pueblo de la Mesa de Ocaña. Hace un mes, el 17 de enero, el sacerdote ofició la única misa del año, precisamente por el día del santo. Hasta ahí todo normal. Pero desde hace unos días, los corrillos se han escandalizado con dos robos, incluido el cambiazo de la talla de la Virgen de Fátima.

Angelines se percató el día 18 del robo de la talla y la sustitución por una Virgen del Carmen de un tamaño muy pequeño. Más que el valor económico, el alboroto se debe al agravio sentimental. Un vecino del pueblo donó esa talla, como otros tantos entregaron desinteresamante el resto de los objetos de devoción.

La imagen estaba sobre el altar donde el cura ofició la misa hace un mes, pero desapareció hace una semana. «La persona que llevó la talla lo hizo de corazón», explica la alcaldesa, Carmen Portillo, entristecida por la incomprensible sustracción.

Cambiazo de tallas de vírgenes en DosbarriosEl Ayuntamiento de Dosbarrios reaccionó inmediatamente por el vínculo de todo el pueblo con la ermita localizada en pleno núcleo urbano. Días antes, un desconocido sustrajo una de las mesas del templo; pero, finalmente, la alarma sí se disparó con ese segundo robo. «Debido a estos acontecimientos, la ermita permanecerá cerrada hasta nuevo aviso», advertía el Consistorio.

«No sabemos qué ha podido pasar. ¿El motivo? No se sabe», apunta la alcaldesa sobre esas sustracciones. El Ayuntamiento de Dosbarrios, por tanto, pide la colaboración vecinal para identificar al autor de estos hechos. «Esperamos que todo haya sido un malentendido y que la imagen de la Virgen de Fátima sea devuelta», deseaba el equipo de gobierno.