Viernes Santo contará con una nueva distribución procesional

Á. de la Paz
-

La Junta de Cofradías cree que las procesiones de este día «no forman una unidad» y su separación temporal promoverá una «mejor imagen» de Toledo

José Martínez, presidente regional de ONCE, recoge el Nazareno de Honor. - Foto: Yolanda Lancha

La Semana Santa toledana apuesta por espaciar las procesiones del Viernes Santo, una medida que supone «un cambio significativo», subraya Juan Carlos Sánchez, presidente de la Junta de Hermandades y Cofradías. El cambio, consensuado con las cinco congregaciones que desfilan en la tarde de la crucifixión y muerte de Cristo, intenta resolver los problemas de movilidad detectados en anteriores ediciones y ofrecer una «mejor imagen» de la ciudad en una de las jornadas con mayor afluencia de visitantes del año.

Sánchez recuerda que los pasos del viernes «no forman una única unidad procesional». Además, explica que «se ha acordado con las cofradías que cada una tenga un horario y un paso concreto», un planteamiento que les adjudica una «hora exacta» de tránsito por lugares tan representativos como la plaza de Zocodover.

Otra de las novedades del programa procesional se concreta en el Sábado de Pasión, fecha del Santo Encuentro, un desfile que se adelanta hasta las 18:00 horas. Los hermanos de la cofradía de Jesús Nazareno y la Virgen de los Dolores vestirán, por primera vez, un hábito. También se alterará el recorrido de sus dos tallas por las calles de la capital regional.

Del mismo modo, la cofradía de la Santa Caridad anticipará la procesión de su Cristo titular a las 21:30 horas del Martes Santo. Asimismo, confía en poder culminar el itinerario previsto para el pasado año y que la lluvia truncó. Por su parte, la banda del Cautivo acompañará al conocido como Cristo del Polígono en su estación de penitencia por el Casco Histórico en la noche del Lunes Santo.

La ciudad cuenta con una veintena de cofradías de Semana Santa que agrupan a unos 7.000 hermanos. Desde 2014, la Pasión toledana disfruta de la distinción de fiesta de interés turístico internacional. Tal honor obliga a la sociedad toledana a un esfuerzo colectivo de «autoexigencia», indica Carlos Velázquez.

El alcalde de Toledo agradece el empeño de las cofradías por mejorar una celebración que aúna el fervor religioso con el marco patrimonial de la ciudad. Velázquez les felicita por el atrevimiento de «meter el dedo» para «corregir» un Viernes Santo que dificultaba que la Semana Santa «reluciera como es debido». Las muestras de gratitud del primer edil también alcanzan a Dios «por estar otro año más y poder celebrar una nueva Semana Santa», una llamada para la que se sirvió del Concilio de 589. «Si hoy somos católicos es por lo que pasó aquí con Recaredo».

Por su parte, el consiliario de la Semana Santa de Toledo, el sacerdote José Antonio Jiménez 'Quillo', alude a la «procesión en la fe» de cada penitente como antesala de las procesiones en las calles.

«Toledo se convierte en la pequeña Jerusalén», añade el también párroco del Polígono. 

El diputado provincial de Cultura, Tomás Arribas, ensalza una tradición que recorre más municipios.