«Nos costó bastante soltarnos»

J. M. Loeches
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El atacante del CD Toledo Jesús Tamayo admite que a algunos jugadores les atenazaron los nervios del estreno en casa «por miedo a fallar», pero confía en enderezar el rumbo este domingo

Jesús Tamayo, en un lance del partido del pasado domingo - Foto: David Pérez

Jesús Tamayo se incluye en el grupo de jugadores del CD Toledo a los que les pudo el estreno liguero en el Salto del Caballo, con un inesperado empate (1-1) frente al CD Toledo. El atacante reconoce que se encontró algo nervioso por jugar en casa la primera jornada: «Después de una pretemporada muy buena, nos costó soltarnos», reconoce. 

Y es que, desde su punto de vista, «el primer partido siempre cuesta más, porque hay muchas ganas de agradar a la gente y conseguir los tres puntos». De esta manera, el futbolista de Illescas insiste en que hubo «miedo a fallar», de ahí que no demostraron «lo que sí habíamos puesto en práctica durante los encuentros del verano».

Por eso, valora la respuesta de la afición, que estuvo «magnífica». El '11' verde, eso sí, recalca que se han puesto como propósito «no volver a fallar más». De ahí que encuentre hasta positivo que el siguiente partido sea a domicilio, en concreto, el próximo domingo a las 18:30 horas en el José Camacho, ante el Manzanares CF. «Quizás nos hubiera venido mejor haber empezado fuera», añade.

Que el escenario sea de césped artificial no lo considera una excusa Tamayo, ya que cree que están preparados para competir «en cualquier sitio». Está de acuerdo con su entrenador, Alfredo Santaelena, en que deben ser un equipo protagonista, a lo que añade también la cualidad de «valiente».

Respecto a la propuesta del técnico madrileño, el illescano dice que es «una gozada», y que los jugadores de la plantilla están muy contentos de «poder disfrutar con el balón». Considera que es «una idea muy buena», aunque son conscientes de que deben adaptarse a las condiciones de los campos y también a los rivales.

Respecto a su fichaje por el CD Toledo, Tamayo confiesa que su ciclo en Soria, en las filas del Numancia, había terminado: «Llevaba una mochila ya muy pesada, y aquí en Toledo me he sentido futbolista de nuevo desde el primer día, porque llevaba mucho tiempo sin poder jugar 90 minutos».