El pasado sábado daba comienzo uno de los eventos más esperados del año. El Festival de Música el Greco presentó una de sus propuestas más exquisitas: Las Batallas de órganos, que llenó por completo el aforo del incomparable marco del crucero de la Catedral Primada.
Son diversos los factores que hacen que este ciclo de conciertos pueda llevarse a cabo. El más importante de ellos es, sin duda, el conjunto instrumental del que se dispone. Siete órganos en óptimo estado de conservación construidos entre los siglos XVI y XIX que pudimos conocer más en profundidad gracias a la ponencia previa al concierto que tuvo lugar una hora antes del comienzo del mismo en la Sala Capitular de verano. En ella, Pablo Márquez Caraballo, Organista de la Catedral de Valencia y catedrático del Conservatorio Superior de Castellón, que posteriormente sería uno de los intérpretes, daba a conocer en una amena e interesante conferencia las claves del funcionamiento de los órganos que contiene la Catedral: Los tres Realejos, el órgano del Sagrario, el Echevarría, el Berdalonga y el órgano del Emperador. Grandes órganos que muestran el rico patrimonio artístico que ninguna otra Catedral posee.
El segundo elemento imprescindible para la ocasión es el intérprete. Los siete órganos junto a un clave sonaron magistralmente en las manos de cuatro organistas, tres de ellos ya conocidos por el público toledano: La japonesa Atsuko Takano, directora musical y organista titular de la Parroquia de San Nicolás de Valencia; Pablo Márquez Caraballo, mencionado anteriormente; y el toledano Juan José Montero Ruiz, Profesor del Conservatorio Profesional de Música Jacinto Guerrero de Toledo y antiguo director del centro. Para esta edición contaron por primera vez con la presencia del organista y clavecinista portugués Rui Soares, organista de la Iglesia de Nuestra Señora de Conceição y titular de los órganos históricos de la iglesia de los Clérigos, en Oporto. Soares tuvo una buena presentación y magnífica acogida, estando brillante en su interpretación y con gran complicidad con Juan José Montero en el concierto en La Mayor de Carlos Seixas. Con respecto a los otros tres organistas, ya conocidos, lo esperado: nunca defraudan.
Esta edición contó con la presencia por vez primera del organista y clavecinista portugués Rui Soares, organista de la Iglesia de Nuestra Señora de Conceição y titular de los órganos históricos de la iglesia de los Clérigos, en Oporto - Foto: IKO
Carácter triunfal.
El inicio del concierto tuvo un marcado carácter triunfal, llenando de sonido cada recoveco del amplísimo espacio e impactando posteriormente al oyente con piezas que abarcaron distintas épocas: desde Renacimiento y Barroco con compositores como Francisco Correa de Araujo y su 'Tiento y Discurso en Segundo Tono' (el cual fue genialmente interpretado por Atsuko Takano), Pedro de Araujo, o el gran J. S. Bach, hasta las improvisaciones actuales, todas ellas basadas en la figura protagonista elegida para esta ocasión: el profeta Moisés.
Considerado como una figura clave para las tres religiones monoteístas: Cristianismo, Judaísmo e Islam, Moisés fue rescatado de las aguas del río Nilo cuando apenas era un recién nacido. La segunda pieza del repertorio escogido trataba acerca de este episodio con una improvisación en la que se pudo percibir el murmullo de las aguas mediante rápidas figuras melódicas pero con cierta calma, emulando más adelante el peligro de la situación con fuertes disonancias. Rui Soares apareció en solitario con Moisés en la Corte de Egipto, de carácter disonante y solemne. A la hora de hablar de las Tablas de la Ley, fue Pablo Caraballo el encargado de ponerse al frente del órgano del Emperador, explotando todas las posibilidades técnicas que el instrumento le ofrecía, creando un ambiente sobrecogedor. Ese mismo clima de sobrecogimiento se pudo apreciar nuevamente cuando llegó el turno de Las Plagas de Egipto. Con música programática, los cuatro organistas supieron transmitir perfectamente al oyente la carga dramática que contenía este momento de la historia. Finalmente, se cerró el programa con La huida de Egipto. El profeta Moisés atraviesa el desierto para liberar al pueblo judío de la esclavitud y la opresión del faraón Ramsés II, cruzando el Mar Rojo hasta llegar a la Tierra Prometida. Para transmitir todo ello, los músicos se valieron de improvisaciones virtuosas, cambiando de un órgano a otro en plena interpretación teniendo que desplazarse con celeridad, y cuidando minuciosamente la sincronía entre ellos.
Música, historia y arquitectura confluyeron en la tarde-noche del 7 de octubre para poner el broche de oro a la primera sesión de las Batallas, dejando al espectador con ganas de más y a la espera de la próxima.
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(*) María Cristina Bedmar Jurado, compositora y profesora del Conservatorio Profesional de Música de Toledo.