Poco a poco se van conociendo más detalles de la que será la nueva cara de un parque emblemático de la ciudad, el de la Vega. Después de que fuera presentado en la pasada legislatura por Milagros Tolón, el actual equipo de Gobierno ha decidido dar una vuelta a la redacción del proyecto con nuevos matices. Algunos de ellos ya se han ido avanzando, como son los casos de la retirada del mirador que planteaba el anterior ejecutivo frente a la rotonda de la Policía Local, o la apuesta por renovar la calle Cardenal Tavera con una entrada «imperial» hacia la Puerta Bisagra.
Al margen de todo aquello, el proyecto tendrá mucho más. El Ayuntamiento considera que el actual terreno del parque está desaprovechado, por lo que la principal intención de esta remodelación tiene en mente potenciar la parte trasera del mismo. Para conseguirlo se realizarán varias modificaciones con respecto a la actual distribución.
A día de hoy, el parque presenta su zona de juegos infantiles en el pasillo central, mientras que ahora se plantea desplazar los mismos hasta el final del parque junto a los taludes que dan a la calle Diputación. Allí no sólo se instalarán las actuales zonas de juego, sino que se añadirán nuevas como el Tántalus Trail -una estructura tipo sendero de parkour formada por módulos con entramados de cuerda y colgados entre postes verticales de acero- además de nuevos columpios y toboganes y el parque de calistenia que actualmente se ubica en el parque de Sisebuto.
La Vega potenciará su zona trasera con juegos y quioscos - Foto: Yolanda LanchaTodo este espacio -prácticamente en desuso- se pretende copar de vida con la instalación también de varios quioscos. Aunque ahora todos ellos estén ubicados en la pasarela peatonal del parque más cercana a la calzada de Cardenal Tavera, se pretende redistribuir algunos de ellos al interior por esta misma máxima. Los aseos también se sosustituirán por unos más funcionales, accesibles y estéticos dentro del conjunto.
El objetivo principal del nuevo proyecto es revitalizar el parque en todo su conjunto, es decir, que la actividad se distribuya por los 36.000 metros cuadrados de su superficie y no se concentre toda su funcionalidad humana en el eje más cercano a la Puerta Bisagra como ocurre actualmente, evitando así el abandono del parque y el aumentos potencial de vandalismo y delincuencia entre sus zonas más oscuras.
Para ello, el pliego de condiciones establece sustituir las edificaciones actuales (aseos, quioscos y almacén de jardinería) por unas más integrados en el parque; eliminar todos los tendidos aéreos y unificarlos en nuevas conducciones enterradas, reduciendo su impacto visual; la renovación integral del pavimento peatonal afectado por su agotamiento y fisuración generalizada; instalar un alumbrado con mayor eficiencia energética, reordenar el arbolado con uno de mayor calidad ornamental, con una selección de especies que permita un mantenimiento más sencillo y con ausencias de plagas recurrentes y un rejuvenecimiento de la masa arbórea.
La Vega potenciará su zona trasera con juegos y quioscosOtro aspecto importante de la actuación se dará en los taludes, que recientemente han vivido episodios de incendios en sus rodaderos y en los que se intervendrá instalando también barreras de protección de acero al ubicarse las zonas infantiles cerca. La intervención en los taludes no sólo se dará en el parque de la Vega, sino que se extenderá a los de Sisebuto y Recaredo.
En definitiva, el proyecto ya está en marcha, tendrá un presupuesto que supera los tres millones de euros con financiación procedente de los fondos europeos Next Generation y su plazo de ejecución es de 20 meses.