De sobra es conocido que Toledo y el turismo tienen un vínculo que difícilmente se va a romper. El patrimonio de la ciudad no parará de atraer visitantes salvo que ocurra una hecatombe. Sin embargo, eso no quita que haya que regarlo y afrontar ciertos debates que se están produciendo a su alrededor. Más allá de la irrupción de los pisos turísticos sin regulación, el Ayuntamiento de Toledo y la Junta de Comunidades se están encontrando con que Puy du Fou, el parque temático que atrajo un millón doscientos mil visitantes la temporada pasada, se hace mayor.
Su Proyecto de Singular Interés (PSI), o su normativa para contextualizarse, no contemplaba inicialmente la construcción de hoteles en el recinto, sino que los visitantes para eso tendrían Toledo, o los municipios colindantes si así lo quisieran. El caso es que después de que los dirigentes del parque temático francés levantaran la voz en alguna ocasión en el pasado demandando más oferta hotelera para poder cubrir sus intereses, ahora la Junta ha informado abiertamente que abordarán la normativa actual para que se puedan construir hoteles en el propio Puy du Fou.
Un movimiento político que inevitablemente ha caído sobre la mesa del alcalde de Toledo, Carlos Velázquez, en una ronda de preguntas con los medios de comunicación. Al respecto, el regidor toledano se ha desligado de la responsabilidad al recalcar que en este ámbito las competencias son «exclusivas» de la Junta de Comunidades, pero no se ha mantenido al margen, sino que ha apoyado al Gobierno regional y a los intereses del parque temático ofreciéndoles su ayuda.
Velázquez ha señalado en primer lugar que comprenden la postura de Puy du Fou al tener Toledo unas condiciones urbanísticas «complicadas» para poder ofrecer esa mayor demanda hotelera que solicitan. Las condiciones a las que se refirió el alcalde no son otras que la necesidad de elaborar un nuevo Plan de Ordenación Municipal o la actualización del Plan Especial del Casco Histórico, de modo que les permitiera tomar decisiones urbanísticas que no estén ligadas a una normativa local de hace décadas.
Al margen de lo expuesto, el alcalde cree que Puy du Fou se ha ganado que atiendan sus necesidades. «En su momento, antes de que llegara a la ciudad, el proyecto generaba dudas, pero creo que ahora nadie las tiene sobre los beneficios que aporta» defendió Velázquez.
Tal lo comunicó ante los medios de comunicación el regidor que continuó expresando que «el parque quiere seguir creciendo. El año pasado registró un millón doscientos mil visitantes, pero es que calculan que cuando tengan el parque completo, el proyecto terminado, tendrán unos tres millones de visitantes al año y ante eso las administraciones tenemos que dar respuesta a sus demandas, unas demandas que genera más y más».
Por ello, el alcalde toledano terminó su aportación al asunto recordando de nuevo que las competencias son de la Junta, pero que pese a sus limitaciones urbanísticas el Ayuntamiento de Toledo estará abierto a «explorar alternativas» que puedan satisfacer los intereses de Puy du Fou.