El Ministerio de Fomento ha indicado que realizará mejoras en la carretera nacional 401, que une Toledo con Ciudad Real. El PP ha montado en cólera asegurando que ya el PSOE entierra definitivamente el proyecto de la autovía, si es que alguna vez existió. Los socialistas aseguran que menos da una piedra y que, al menos, se revertirán algunas de las deficiencias que presenta la vía. Yo, que me muevo casi diariamente por ella desde hace veinte años, me da lástima, morriña, tristeza que me toquen algo del caminito que surca los trazos de mi vida. Hace ya muchos años convine y deduje que quizá mis hijos o, tal vez con mayor exactitud, mis nietos disfrutarían algún día de la autovía, autopista o circunvalación que se realizara en torno a estas dos ciudades que jalonan mi vida a partes iguales. En realidad, la carretera podría llamarse como aquella mítica serie americana, Autopista hacia el cielo, donde Michael Landon hablaba con lo Alto con la misma facilidad que con la portera. Bien es cierto que venía de La Casa de la Pradera y lo tenía más fácil, pues eran todos muy creyentes. En eso estamos nosotros, los de Toledo y Ciudad Real, en encomendarnos a la Virgen del Sagrario y la del Prado para ver si somos capaces de adelantar.
Pienso que hubiera sido mucho mejor en tiempos que la Junta se hubiese hecho cargo de la carretera, con la financiación correspondiente, claro. De otra forma si no, no se habría construido la Autovía de los Viñedos, empeño personal de Bono entonces, que une Toledo con Tomelloso y, a su vez, con Albacete. Culipardos y bolos hicimos algo mal en la otra vida que nos castigan permanentemente con semejante penitencia. Si hubiera dinero suficiente en la autonomía, estoy seguro que un consejero como Nacho Hernando se echaría el proyecto a la espalda. Pero como no hay ni se le espera, el dinero, tendremos que ver las golondrinas volar. Page se desgañita con estos asuntos, pero Sánchez está más centrado en vascos y catalanes. El resto de España tendrá que acordar un día que no pagamos impuestos para llevar las inversiones siempre a los mismos. En algún momento habrá que decir basta.
Mi compañera CLH escribió un día en sus redes que había visto más personas muertas que linces en esa carretera. La debacle de la autovía Toledo-Ciudad Real tiene varios responsables. Desde luego, el movimiento ecologista por supuesto. Y más tarde, el PSOE, que es quien más tiempo ha estado gobernando. También el PP, pero menos, ya que menos fueron los años que ocuparon responsabilidades. Es un despropósito colectivo, funesto, hórrido. La autonomía ha servido para muchas cosas, pero esto se nos quedó colgando en el camino y ya no existen ni escaleras ni brochas a las que sujetarse. Honestamente, creo que sería necesario un pacto político de primer orden entre el PP y el PSOE de la región para reclamar, gobierne quien gobierne, una carretera digna entre Toledo y Ciudad Real. Y, si no, como diría Václav Havel, estamos la sociedad civil. Nuestros políticos deben saber que cuentan con nuestro apoyo sin fisuras para reclamar lo que es justo. Ahora bien, ellos deben concluir que han de plantarse ante sus jefes y exigir responsabilidades. Me voy a empadronar entre Peralvillo y Burguillos, a ver si encontramos un arcén donde comenzar una vida mejor.