Todo empezó con una botella de champán (300 pesetas) y cinco consumiciones más (240). Así consta en la primera factura de la toledana discoteca Sithon's, de 13 de octubre de 1969. Renovado como cada otoño, el local vuelve a abrir sus puertas estos días y una de sus primeras grandes fiestas tiene que ser su 55 aniversario.

A buen seguro que se llenará, como ya ocurrió con el recordado 25 aniversario, porque Sithon's es en Toledo algo más que una discoteca. Tanto es así que se le considera la decana, la más antigua abierta ininterrumpidamente en España, al menos, la más antigua siempre con la misma dirección. ¿Por qué nunca ha pasado de moda? Pongamos un ejemplo: Sithon's «no era una discoteca, era la hoguera de la tribu, algo mucho más emocional, tribal y bonito que una discoteca, donde nos reuníamos a dialogar, a hablar, un emblema con su historia». Así lo explica un bicampeón del mundo, el hoy presidente de la Liga Nacional de Fútbol-Sala y por aquellos años jugador del Toledo Fútbol-Sala, Javier Lozano.

El  equipo que marcó una época en el fútbol-sala tuvo desde 1984 en Sithon's su centro de reunión tras los partidos, a modo del tercer tiempo del rugby. Era, rememora Lozano, sobre todo los domingos, cuando todo era más tranquilo. Allí, «nos relacionábamos con la sociedad, con los que iban a ver los partidos, con los que nos criticaban, con los que nos alababan, con nuestra tribu». También había visitas los jueves, cuando después del entrenamiento el equipo solía cenar, junto a los jugadores de Madrid, y después salían de fiesta, porque era un día sin mucha gente, «y el presidente, Manuel Nevot, que era un tío maravilloso, nos invitaba a los chicos a copas. Luego cuando no ganábamos, nos echaba la bronca, pero el culpable era él». En la discoteca se han hecho fichajes y firmado renovaciones. Era una época muy distinta, sin cámaras, en la que los jugadores podían comportarse de forma más natural. Con grandísimos amigos en Toledo, todavía como seleccionador nacional, Lozano ha ido a la discoteca, sobre todo, por su componente emocional. Todavía hoy, si vuelve a Sithon's, como en una boda hace año y medio, se emociona, «porque me asaltaron todos esos recuerdos, estoy en contacto con mi juventud».

Sithon's, 55 años de noches toledanasMaría del Carmen de los Reyes 'la Rubia', empezó como cliente «en una época en la que era Miradero o Sithon's. Entonces íbamos gente muy joven y había muy buen ambiente». Al final terminó trabajando allí. Recuerda la labor de Manolo como encargado. Pero cuando este se fue a montar Marea, ella se hizo cargo junto a los hermanos Antonio y Jorge Losada. A 'la Rubia', como todavía la recuerda mucha gente, todavía hay antiguos clientes que, emocionados, la recuerdan que «era el típico sitio al que podías ir solo, que sabías que te ibas a encontrar siempre a conocidos».

Historia. Aquel 13 de octubre de hace 55 años abría sus puertas en el antiguo cine Alcázar ese local con nombre en griego de una especie de mariposa, al que la prensa del momento no se atrevía a llamar discoteca. Quiso el destino, sin embargo, su que principal promotor, Antonio Losada, muriera de un infarto a los dos años, y dejó Sithon's en nombre de su mujer, Francisca Szekely, 'la Extranjera', como se la conocía entonces en la ciudad.

La clave para seguir abiertos después de tantos años, apunta Jorge Losada, uno de los hermanos gestores hoy del negocio, ha sido no centrarse nunca en un estilo de música, ni en una edad, sino en buscar «la magia», que permite convivir a muchas edades en un mismo local, a pesar de que cada vez se busque más la diferencia. «Cuando nosotros empezamos con la discoteca, el ambiente era de camareros con chaleco y pajarita, hasta que Jorge y Antonio cambiaron a camarero y porteros, como Lucio, y comenzamos a hacer fiestas de todo tipo, con decorados impresionantes, en los que todo el mundo se implicaba», rememora 'la Rubia'. Allí comenzaron las clases de baile de salón y los primeros jueves toledanos, que por entonces eran para los funcionarios «y venía hasta gente de Madrid y terminábamos desayunando en la Suiza en Zocodover, todo muy familiar». Incluso había sesiones light, para volver a abrir a las once, hasta que a las seis la 'señora Antonia' echaba a los más rezagados para limpiar con amoniaco. Los domingos cambiaba todo, se programaban pasodobles y tangos, hasta bingos, para los antiguos clientes, algunos cabreados porque también se sumaban los más jóvenes.

Sithon's, 55 años de noches toledanasEl local ha tenido muchos clientes, muchos empleados «una gran familia» y muchas imágenes. Comenzó con mesas de fornica y cambió a locales grandes. Al principio, la pista de grande estaba un escalón por debajo, «pero lo tuvimos que quitar», recuerda Losada. Casi todo el mundo se quedaba en el escalón, nadie se atrevía a ser el primero en la pista, por vergüenza. Las barras y paredes han cambiado. Una vez, Sithon's estuvo pintada de verde pistacho. Preguntaban sus dueños de día a los clientes de qué color estaban las paredes y nadie era capaz de acertar. Hasta que uno dijo, «¿en Sithon's? En Sithon's no hay paredes». Porque, en realidad, nadie mira hacia fuera, sino hacia el centro de la pista.

Eso da prueba de que «la gente no viene a ver la discoteca, ni su decoración, viene a ver a sus amigos, el ambiente y la magia que hay aquí». Alguna vez los clientes se han llegado a quedar dormidos en la discoteca, cerrada por fuera. Menos mal que había una cabina de teléfono y podían llamar a Losada cuando despertaban para que lo abrieran. En una ocasión, la familia Losada organizó un concierto de Los Manolos en Recaredo. Los hermanos se customizaron, y cuando los artistas fueron a la discoteca, los clientes, ya de paisano, los clientes se hacían fotografías con los hermanos disfrazados, no con los originales.

Pero sin duda la fiesta de Sithon's más recordada, hasta el momento, es la del 25 aniversario. Fue un miércoles, hace tres décadas, con actuaciones, servicio bufete para la cena y clientes de varias generaciones. Allí ya se juntaron las dos primeras generaciones de la discoteca.

Sithon's, 55 años de noches toledanas - Foto: Yolanda LanchaSithon's también montó la primera terraza de verano de Toledo, en los jardines donde hoy está la piscina cubierta del Casco. Era una escalinata llena de gente, donde alternaban fiestas, conciertos y tertulias políticas. 'La Rubia' recuerda que a diario acudía un grupo variopinto con Carlos Iserte, Pepe Díez, 'Chunda', Juanma Aznares, Ángel Dorado o Lok, «eran uno de los grupos que iba a diario, con unas tertulias super interesantes».

Durante los últimos años, los hermanos Losada no paran de escuchar aquello de «allí conocí yo a mi pareja». Parejas que pueden llevas medio siglo casadas. La nostalgia no hace prisioneros y son muchos, toledanos y visitantes, que al pasar por la puerta y verla abierta pasan y piden permiso para rememorara una bonita parte de su pasado, «porque se ha llevado la gente muy buenos recuerdos de aquí y pasan con mucha ilusión». Aunque no sea lo mismo verlo con las luces encendidas.

La nostalgia es tal que algunas personas se llevan lo que pueden de la discoteca; una silla si la puerta está abierta, o incluso algunas de las fotografías antiguas que decoran el local. Y esto es un problema, porque aunque Francisca Szekely y sus hijos han estado haciendo fotografías desde el primer día, un día dejaron los álbumes a alguien para su escaneo y nunca volvieron.

Sithon's, 55 años de noches toledanas¿Y las nuevas generaciones? Losada lo tiene claro, los padres deberían procurar que sus hijos vayan a una discoteca, mejor que de botellón, «porque aquí hay personas mayores, camareros y personas preocupadas por que todo funcione y haya seguridad».

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