Era día de coronas. Las casualidades así lo han querido, pero a los habitantes de Mocejón poco les importaba la monarquía británica. Estaban volcados con la Virgen del Carmen. Su Virgen, la que como bien dice el lema de esta coronación canónica fue consuelo del pueblo cuando éste lo ha necesitado a lo largo de la historia.

Hacía un calor abrumador para ser una tarde de inicios de mayo, pero no era suficiente excusa para abandonar la gala que había adoptado el pueblo y todos sus vecinos en una cita que difícilmente olvidarán. Entre los trajes masculinos y los vestidos coloridos de las mujeres, minutos antes de las 18:00 horas de este sábado 6 de mayo las puertas de la Parroquia de San Esteban Protomártir se abrieron de par en par para acoger la previa de un hito histórico. A la espera de que la Virgen del Carmen tomara camino  por las calles del pueblo hasta llegar al parque Mafalda como destino final, la Virgen de la Muela la esperaba como la madrina de esta coronación canónica, al ser esta Virgen de Corral de Almaguer la anterior imagen coronada en la provincia.

Una vez que la Virgen de la Muela, su banda de música municipal y sus hermanos iniciaron el recorrido procesional, la coronación se puso en marcha con la compañía de un total de 170 hermandades de la provincia. Algunas de calibre como la Virgen del Prado de Talavera,  el Santísismo Cristo de la Sala de Bargas o el Cristo Nazareno Cautivo de Toledo, entre muchas otras. Sin olvidar a la Hermandad de la Virgen de la Estrella o la de la  Esclavitud de la Virgen del Sagrario, que fueron de las últimas en acompañar a la protagonista de este pasado sábado.

El Arzobispo de Toledo Francisco Cerro Chaves durante el momento de la coronación canónica de la Virgen del Carmen. - Foto: Ricardo Gómez 

Llegó el momento.

La Virgen salió de la parroquia entre gritos de «Viva la Virgen del Carmen». La multitudinaria presencia de vecinos durante el inicio de la procesión se difuminó hasta este momento en el que la Virgen abandonaba la parroquia, pero tenían excusa, nadie se quería perder lo importante y partieron hasta la plaza de la Constitución para coger un buen sitio.

Allí, la radiografía era inmejorable. No cabía un alfiler. Era día grande en Mocejón, era el día de su Virgen. En un ambiente soleado y predominantemente blanco por el color de las túnicas de las decenas de sacerdotes allí presentes y del presbiterio improvisado para la ocasión, la Virgen del Carmen se elevó hasta el escenario desde su carroza dorada y ante la atenta mirada de la Virgen de la Muela y de los miles de asistentes a una Eucaristía al aire libre que Capilla Diocesana de Toledo embelleció con su música.

Tras los saludos eufóricos del sacerdote que lideró los inicios de la celebración, el arzobispo de Toledo Francisco Cerro Chaves tomó el micrófono para presidir la misma. Éste quiso ser partícipe de la emoción que vivía el pueblo alegando que era su primera coronación canónica en la Archidiócesis de Toledo, aunque ya había presidido otras cuatro en su anterior etapa en Cáceres. «Quién no sea humilde y sencillo no entendería esta fiesta», apuntó Cerro Chaves. 

La Virgen de Carmen recorrió las calles de Mocejón antes de la ceremonia de coronación.El arzobispo también aprovechó la previa del día de la Madre para justificar esta coronación, por el papel maternal que la Virgen del Carmen ha representado históricamente en la localidad. Tras una homilía  amena, el propio arzobispo procedió a bendecir las coronas para colocarlas sobre las cabezas de las imágenes de la Virgen y su hijo. Emoción, aplausos y un sueño perseguido durante décadas que ayer levantó a un pueblo por la devoción de su Virgen del Carmen.

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