Ya sabe el lector cómo continúa la canción popular que cantábamos cuando íbamos de excursión en el autobús. Y ello viene a cuento, cuando me refiero al estado de la sanidad, por desgracia no solo en nuestra región, sino en toda España. Es alarmante, bochornoso y humillante las largas listas de espera para que a uno le atiendan en una consulta médica, o peor, para que te practiquen una intervención quirúrgica. Obviamente me refiero de manera especial a la sanidad pública. La que mantenemos y sufragamos entre todos y de la que, en parte con razón, presumimos tanto.
Cuento en esta denuncia la odisea que padecen muchas personas de nuestra provincia que tienen que desplazarse a otros lugares de CLM y hacer noche fuera de su domicilio porque les citan a las 8 de la mañana. A la inversa cómo pacientes de Guadalajara salen a las cinco de la mañana en furgonetas para someterse a una prueba y no existe la máquina de la misma donde vive mientras dista de Madrid a 50 kilómetros.
Y si tengo la mala suerte de padecer un problema de próstata me puede suceder que, en enero del año pasado me hagan la biopsia y aún no me llamen para operarme. Que mi medico se marche, me quedo colgado y decido ir a Madrid a operarme por el sistema da Vinci. Una cirugía robótica nacida en 1.999, moderna y muy eficaz en el tratamiento. Supera en resultados a la forma tradicional de abrir y al láser verde El problema: el precio de la intervención, 18.000 euros del ala nada más.
Según mis datos el robot cuesta alrededor de dos millones y el mantenimiento del mismo cerca de 200.000 euros anuales, una pasada. En España existen ya 70 centros que disponen del robot. En Galicia, con solo medio millón de habitantes más que CLM tiene 7. En CLM, cero patatero, única región que no dispone del robot. Como para tirar cohetes de alegría. Los mismos cohetes y alegría que tendrá un amigo mío que será operado dentro de poco en Sanchinarro y pagará esos 18.000 euros. Lo peor, los faroles y mentiras que intentan propagar los gobernantes en más ocasiones de lo debido que "somos los mejores, los primeros en no sé qué" u otros datos que solo sirven para enojarse cundo lo comparas con otros lugares. Y mientras tanto, el problema nacional parece ser que es la ley de amnistía y soltar pasta a los que más gastan. Y del paro, sanidad y educación ni hablamos. Y lo peor es, que en la sanidad privada comienza haber contagio de la pública y a no tener médicos en especialidades como Hematología. Por ejemplo, en el Quirón Tres Culturas, varios meses ya sin especialista. ¿Seguimos el estribillo de la canción?