Las Fuerzas de Defensa de Israel ya han notificado el secuestro a manos de Hamás de 120 personas a sus respectivas familias, después de que milicianos del grupo palestino irrumpiesen el sábado en territorio israelí, en una ofensiva sin precedentes que ha dejado ya más de 1.300 fallecidos.
Un portavoz militar, Daniel Hagari, ha asegurado que las autoridades de Israel están haciendo todo lo posible para rescatar a estas personas, si bien no existe una lista oficial de rehenes. En este grupo habría personas de nacionalidad extranjeras, según los recuentos realizados por distintos países.
La coordinadora designada por el Gobierno para el tema de los rehenes, Gal Hirsch, ha defendido este viernes en rueda de prensa que las autoridades están "ampliando" sus esfuerzos diplomáticos para tratar de recuperar a todas las personas desaparecidas, pero ha admitido que no será fácil. "Lleva tiempo, porque estamos en guerra", ha dicho ante un grupo de familias, según el periódico 'Haaretz'.
Uno de los negociadores israelíes, Yaakov Peri, antiguo jefe del Shin Bet, ha asegurado que el Gobierno estudia el envío de suministros humanitarios para estos rehenes, pero considera que por ahora "no hay garantías de que Hamás vaya a aceptarlo".
El brazo armado de Hamás, las Brigadas Ezzedín al Qassam, ha asegurado este viernes en un comunicado que 13 de los rehenes capturados tras la ofensiva del pasado sábado han muerto por los bombardeos perpetrados por las Fuerzas de Defensa de Israel en las últimas 24 horas, si bien no ha aclarado sus identidades.