El Grupo Municipal Socialista ha denunciado a través de sus redes sociales que los jugadores del Club Rugby Toledo masculino tuvieran que cambiarse este domingo en la propia pista para jugar el partido correspondiente a la novena jornada del campeonato liguero del Grupo B de la Segunda División Regional de Madrid, frente al Quijote Rugby Club, que los toledanos, por cierto, vencieron por 55-14.

El motivo se debió a que los habitáculos que usan habitualmente para sus partidos estaban alquilados por parte del Patronato Deportivo Municipal a otros usuarios de otras partes de la Escuela de Gimnasia, según señalan los socialistas en su perfil de la red social X.

Desde el PSOE reconocen que «la imagen que se llevan jugadores, técnicos y federativos no la merece Toledo». Asimismo, reconoce que el alcalde, Carlos Velázquez, «quiere cobrar una desmesurada subida de tasas por una instalación que no reúne condiciones, y que puede ser motivo de sanción por parte de la federación». Además, no entiende que el PDM patrocine y dé nombre al equipo masculino del Club Rugby Toledo «y no invierta en política deportiva».

Sin embargo, fuentes municipales muestran su desconcierto por la publicación del Grupo Municipal Socialista. Según informan a La Tribuna, el Club Rugby Toledo «tenía solicitado desde las 12:00 hasta las 15:00 horas para usar la instalación deportiva -vestuarios incluidos- y ellos se han presentado a las 11:00 horas». Ante tales hechos, desde el patronato deportivo les han comunicado que les quedaba una hora porque los vestuarios estaban ocupados, ofreciéndoles «la sala de los atletas y de yoga para que se cambiaran ahí inicialmente y luego ya usaran los vestuarios durante el horario que habían reservado».

La sorpresa, por tanto, de los responsables municipales ha sido al ver esta publicación del grupo de la oposición, puesto que aseguran que desde el Club Rugby Toledo «nos han dicho que lo entendían, no ha habido polémica ni conflicto ni discusiones» y reiteran que de hecho al finalizar el partido han usado los vestuarios para ducharse como acostumbran habitualmente. Insisten, por tanto, en que la gestión del patronato ha sido «súper correcta».