JUCIL, asociación mayoritaria de la Guardia Civil, ha remitido un escrito a la Dirección General de la Guardia Civil en el que solicita explicaciones sobre el inminente desalojo del cuartel de Toledo y reclama una batería de medidas para reubicar a los efectivos y sus familias.
A las 8.00 de la mañana del 22 de enero, la comandancia de Toledo recibió del Estado Mayor de la Guardia Civil la orden de desalojo de sus dependencia antes del 15 de febrero, debido al profundo deterioro en el que se encuentran estas y el posible riesgo para las personas.
Esta medida, que además de afectar a los efectivos de la Guardia Civil lo hace también a 60 familias con menores que habitan en las instalaciones, ha llegado sin plantear soluciones de realojamiento de los afectados.
La Guardia Civil llega tres lustros avisando de las lamentables condiciones en las que se encontraban los inmuebles que componen las instalaciones. Hace dos años y medio el Consejo de Ministros aprobó una partida de 2.500.000 euros para la recimentación del edificio principa,que se encontraba en estado ruinoso. Tras hacer efectivas las obras, el arquitecto ha señalado que aquello sólo fue una medida provisional y que es necesario reedificar todo el complejo desde cero.
JUCIL señala que se ha llegado a este punto debido a la dejadez de las administraciones involucradas, la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha, la Diputación de Toledo, el Ayuntamiento de Toledo y la delegación del Gobierno, y que este problema se podría haber solucionado hace una década. Además, solicita con urgencia que se tomen las medidas oportunas para reubicar a esas 60 familias y a todos los miembros de la Guardia Civil.