José Luis bajaba el miércoles tranquilo las escaleras de la Audiencia Provincial. Este talaverano había viajado desde Canarias, su lugar de residencia, como uno de los cuatro acusados por un delito contra la salud pública por tráfico de cocaína. Fue el único absuelto en un acuerdo de conformidad entre la Fiscalía y cada uno de los cuatro letrados de la defensa. El resto de procesados reconocieron los hechos y aceptaron una pena de dos años de cárcel.

Hicham, Josefina y José Antonio admitieron los hechos atribuidos mediante las vigilancias de la Policía Nacional y las intervenciones telefónicas. Una conversación a distancia de José Luis con Hicham, colaborador suyo en sus quehaceres como ganadero y vendedor de antigüedades, hizo sospechar a los agentes.

«No debería estar aquí, sin ningún tipo de prueba», decía José Luis a este diario después de que la Fiscalía propusiera su absolución. Los otros tres encausados, a los que se les atribuyen las atenuantes de dilaciones indebidas y reconocimiento de los hechos, asumen una pena de dos años de cárcel por los 189 gramos intervenidos y 19.485 euros de responsabilidad civil.