Ante las alertas por altas temperaturas de esta semana y el riesgo que esto supone para los trabajadores y trabajadoras, Comisiones Obreras de Toledo exige a las empresas protocolos específicos de protección frente al calor extremo para proteger la salud y seguridad laboral.
«El incumplimiento de la legislación en materia laboral por parte de las empresas provoca la muerte de las personas trabajadoras y las convierte en responsables directas», denuncia el secretario general de CCOO de Toledo, Federico Pérez. «Lo que muchos empresarios no quieren entender es que las muertes por exposición a altas temperaturas son perfectamente evitables con medidas de prevención de riesgos laborales, que son de obligado cumplimiento».
Según Pérez, «no llevar a cabo protocolos específicos», conociendo de antemano los riesgos a los que se enfrentan los trabajadores ante estas alertas por ola de calor, «supone jugar con sus vidas de manera premeditada y les hace responsables directos de esas muertes, lo que las convierte todavía en más escandalosas, todavía más incomprensibles, todavía más traumáticas».
CCOO recuerda que los efectos y riesgos para la salud de la exposición al calor extremo son múltiples y muy graves. La sobrecarga térmica causa trastornos a corto plazo que van desde erupciones, edemas, calambres o agotamiento, hasta al golpe de calor cuando el cuerpo colapsa, es incapaz de controlar su temperatura y esta aumenta hasta causar el fallecimiento de la persona afectada.
«Desde el sindicato no sólo llevamos años advirtiendo del agravamiento de este riesgo, sino exigiendo la obligación empresarial de prevenirlo como cualquier otro riesgo laboral». Así, la empresa debe incorporar medidas técnicas y organizativas: rotación de personas trabajadoras, disminución de la carga de trabajo, redistribución de la jornada y tareas, planificación de descansos, poner a su disposición líquidos de manera frecuente o no trabajar en solitario, entre otras medidas, apunta el secretario general de CCOO Toledo.
Además, las actividades laborales más afectadas por las olas de calor son aquellas más precarizadas y peor remuneradas. El año pasado, «tuvimos que interponer una veintena de denuncias ante la Inspección de Trabajo a empresas de todos los sectores, por las escandalosas condiciones en que realizaban sus tareas, algunas veces con temperaturas de más de 45 grados».