Alcanzaba ya la categoría del delirio el suponerle a Feijóo la capacidad de controlar los chiflidos a Sánchez, pero ya desbordó el vaso el estabular a los periodistas en una sala aparte en el Palacio Real para que no pudieran tener contacto con los políticos excepto con el propio presidente que se trasladó al redil donde estaban para colocarles sin réplica el sermón del día. Hubo de ser el rey don Felipe quien al darse cuenta del enjaulamiento ordenara abrir las puertas de conexión entre ambas salas cuando ya la recepción estaba finalizando. Eso al menos es lo que se corrió y nos pareció a los presentes, la mayoría extrañados de lo que estaba pasando.
Fue desde luego todo muy raro. No lo de los pitos y silbidos, que eso y acrecentado por las últimas maniobras de Sánchez, incluido el intentar evitar oírlos separando todo lo posible a las gentes de donde iba a estar, era lo más previsible.
¿O es que en la cima de su narcisismo puede pensar que el pacto con Bildu y la bula al separatismo catalán con el exclusivo y personal interés de mantenerse en Moncloa, arrodillando ante ellos la dignidad y soberanía del pueblo español han de ser aplaudidos?. Que sus acólitos del PSOE y sus votantes se lo traguen, se lo permitan y hasta jaleen no significa que no haya muchos, a mi me parece que sobrada mayoría y si no lo cree así que se atreva a consultarlo en un referéndum , a quienes eso les parece la peor de sus muchas mentiras y engaños, una traición con todas la letras a España y una flagrante violación de la espina dorsal de nuestra de la Constitución que encima hará pasar muy legal y constitucional voladura de la misma, que para eso a puesto él a su dinamitero de confianza al frente.
Lo que está sucediendo y va a ejecutarse en el muy próximo futuro es lo más grave y destructivo que le ha ocurrido a nuestra Nación desde que nuestra Democracia echó a nadar en 1977. Esto es, sencillamente, el final de todo un tiempo y la demolición de las bases y cimientos de aquel pacto de convivencia que devolvió la soberanía al pueblo español y que ahora se trocea y con ello se le roba.
Es tan soterrádamente grave y definitivo que ni siquiera una aberración tan obscena y terrible, como el apoyo de parte de su propio gobierno y de sus aliados, sea en grado de justificación o de aplauso, a las masacres terroristas de Hamas, tiene esa capacidad corrosiva que va a marcar para mucho tiempo nuestro futuro.
Sin embargo escribo esto con la consciencia de que buena parte de nuestra sociedad no lo percibe, ni lo dimensiona como tal sino que lo toma como parte del juego del poder, como algo pasajero. Siento decir por ello, que albergo muy pocas esperanzas y que escribirlo y advertirlo solo es un ejercicio de melancolía. Cumplir un deber ético y una obligación intelectual condenados de antemano al fracaso.
Me gustaría trasmitirles otra cosa, pero ese fue el estado de ánimo con el que salí este 12 de octubre de 2023 de la recepción en el Palacio Real y que tengo la certeza que los hechos venideros irán empeorando día a día. Estamos sencillamente en el preludio de un porvenir que solo pinta bien para quienes tienen como objetivo, así lo proclaman, de hacernos pedazos como nación y como pueblo. Para ello nos quieren estabulados. Y lo están consiguiendo.